El "efecto Paso" en las municipales

(Por Jorge Conalbi Anzorena) Alta Gracia se sumó el domingo pasado a las ciudades argentinas donde el resultado de las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (Paso) municipales, no se replicó de igual modo en las generales, constituyendo el tercer caso en el país.

El primero -que se transformó en bandera de la remontada del milagro con que sueña el prescindente Mauricio Macri- se registró en la mendocina ciudad de San Martín. Allí, el frente Cambia Mendoza derrotó  al peronismo, que la gobernaba desde 2003. En las Paso locales realizadas en abril, el oficialismo se había impuesto sumando casi el 56 por ciento con sus dos candidatos, en tanto Cambiemos apenas había superado el 31 por ciento. Sin embargo, el pasado 1º de septiembre, el radical Raúl Rufeil logró dar vuelta una ventaja imposible y se impuso con el 50 por ciento de los votos contra el actual intendente Jorge Giménez, que superó por algunas décimas el 42 por ciento. 

El macrismo leyó el batacazo de Rufeil como ejemplo de que, en octubre, el Prescidente puede revertir la aplastante derrota que el 11 de agosto le propinó Alberto Fernández. Los chats macristas y las usinas de trolls trabajaron arduamente para viralizar los resultados.

Una situación similar –aunque sin alterar el resultado final- se produjo en esta provincia: el pasado 25 de agosto el radical Marcos Ferrer  se impuso en las municipales de Río Tercero por un poquito más de un punto, en tanto en las Paso de esa ciudad, la suma de sufragios de su coalición había obtenido más de 20 puntos de diferencia.

Todo al tajamar
El caso de Alta Gracia se parece mucho al de Río Tercero, en cuanto a que registra un triunfo oficialista. Con una salvedad distintiva. El PRO había olfateado la posibilidad de generar un efecto propagandístico a escala nacional, si lograba arrebatarle al peronismo “la joyita de Córdoba”, tal como la denomina Juan Schiaretti. Dar vuelta el resultado adverso de 20 puntos en las Paso municipales, bien hubiera ayudado a apuntalar la campaña del “Sí, se puede” con vistas a las presidenciales del próximo 27 de octubre.

Al cierre de esta edición, la Junta Electoral Municipal (JEM) confirmaba el triunfo de Marcos Torres Lima por el 45,70% sobre Leandro Morer, que obtenía el 43,09%, una diferencia apenas arriba de los 2,5 puntos. En números, con más votantes, el flamante intendente electo recolectó 1.578 votos menos que el pasado 28 de Julio. Por su parte, Morer aumentó en 4.440 votos su cosecha de un turno electoral a otro, creciendo más de 10 puntos porcentuales.

Como se recordará, la sumatoria de Hacemos Por Córdoba reunía las voluntades a favor de Torres Lima, Pablo Ortiz, Rodrigo Martínez y Carolina Pincirolli.

Tres días antes de la elección, una encuesta de Hacemos Por Córdoba -encargada por la dirigencia provincial- anunció a la perfección el resultado que el miércoles confirmó la JEM.

En ese estudio, se analiza especialmente el comportamiento de los votantes de las Paso, su proyección en la general y la fuga de votos.  Del trabajo se desprende que apenas el 13% de los votantes de Ortiz marcarían disciplinadamente el nombre de Torres Lima en la general. Algo similar ocurrió con el socialista Rodrigo Martínez: sólo el 28% de sus seguidores apoyarían a Hacemos Por Córdoba en septiembre. A su vez, la mayoría de quienes habían optado por Verónica Sueldo -quien en julio no logró el piso para participar en la general- se inclinaría por el candidato de Alta Gracia Crece.

Funcionarios que pueblan los despachos oficiales de Belisario Roldán 115 y Belgrano 15 repiten a los cuatro vientos que el ajustado resultado se debe a la deliberada acción de Walter Saieg. Acusan al legislador de haber movilizado como nunca a sus seguidores en favor de Ortiz, primero, y de Morer, después. Por supuesto, el caudillo del departamento lo niega y repite que su sector sólo colaboró con llevar a votar a la gente que siempre ha llevado.

La herramienta
Las Paso nacieron por ley por iniciativa de la expresidenta Cristina Kirchner. Se buscó con esa herramienta neutralizar el transfuguismo político, es decir, que un candidato derrotado en una interna se presentara con otro sello partidario. También apuntó a evitar que una agrupación política interviniera en la democracia interna de otra, movilizando a sus propios militantes o simpatizantes para influir en el resultado en busca de uno más conveniente.

En Alta Gracia, y a la luz de la experiencia nacional , la ordenanza que estableció las Paso municipales las supedita a la existencia de compulsa interna en al menos una agrupación.

En cada caso con su particularidad -pero siempre marcadas por los enfrentamientos internos- las experiencias de San Martín, Río Tercero y Alta Gracia, avisan que no siempre las Paso son una encuesta definitiva.