La incómoda avenida del medio

LA NOTA DEL DOMINGO

Opinión 18 de julio de 2021 Diario Sumario

La inédita movilización producida en Cuba hace siete días le agregó condimentos a la ensalada de argumentos que la oposición de la derecha argentina ya bate con vistas a la próxima campaña electoral. Fue casi la contracara del escándalo internacional desatado ante la denuncia de Bolivia contra la presidencia de Mauricio Macri, por el contrabando de armamento represivo en apoyo al golpe de Estado contra Evo Morales.

Nuevamente, en el centro de la disputa, la batalla comunicacional de desinformación se erige como el arma principal. Aunque, en los últimos días, varios reyes estaban desnudos.

En al caso de Cuba, que las protestas fueran inéditas las convirtió en noticia internacional a pesar de no ser masivas. De acuerdo con todos los reportes independientes, en ningún caso hubo concentraciones que aglutinaran a más de 500 personas, tal como minuciosamente relevó el periodista peruano Juan José "el Jota" del Castillo, uno de los más reconocidos analistas de política latinoamericana.

 

Lo que sí tuvieron esas movilizaciones fue la precisión quirúrgica del ataque sorpresa desde las redes sociales, que el analista español Julián Macías Tovar, quien desenmascaró a los pocos días el origen de la campaña realizada bajo el hastagt #SOSCuba.

Macías Tobar detectó que la primera cuenta que usó el HT #SOSCuba relacionado con la situación de los efectos de la pandemia en el país fue una localizada en España. La misma puso más de mil tuits, tanto el 10 como el 11 de julio, con una automatización de 5 retuits por segundos. El resto corrió por cuenta de los medios de comunicación vinculados al capitalismo financiero concentrado. Y los sectores más radicalizados de la comunidad cubana en Miami, que sin tapujo alguno le reclamó a Joe Biden que envíe la flota hacia la isla: “intervención, intervención”, vociferaron durante toda la semana mientras cortaban la Palmetto Expressway, que cruza Florida de norte a sur.

No obstante, la evidente organización de las protestas desde el extranjero, no significa que el pueblo cubano no esté atravesando un momento delicadísimo. Varios son los factores. El primero de ellos no es novedoso: el inhumano bloqueo impuesto por Estados Unidos a la isla, la priva desde hace más de medio siglo de insumos básicos para su desarrollo. A esa situación, que Cuba ha venido enfrentando con imaginación y mucho más sacrificio, la pandemia le agregó el derrumbe de la actividad turística, principal fuente de ingresos del país. No es todo, pocos meses antes de que la Covid 19 comenzara a azotar al mundo entero, el gobierno cubano puso en práctica un ambicioso programa de desarrollo que -entre otras medidas- unificó los valores de peso cubano con el del peso cubano convertible (CUC) en su momento destinado al turismo. La medida implicó una devaluación del 50 por ciento, cuyos efectos negativos serían morigerados por el crecimiento de la actividad, un modelo casi calcado al exitoso capitalismo de Estado chino. El aterrizaje del coronavirus golpeó al turismo, principal herramienta dirigida a financiar ese proceso. Entre el bloqueo que o priva de créditos y la carencia de dólares, al gobierno cubano se le complicó obtener los repuestos que necesita para el mantenimiento de sus centrales termoeléctricas. Una crisis energética sin precedentes, con prolongados apagones, comenzó a castigar a los cubanos.

Las movilizaciones del "maleconazo" de 1994, cuando en Cuba se sufrían los efectos económicos de la caída de la Unión Soviética, se desarticularon cuando el propio Fidel Castro llegó hasta el lugar, se entremezcló con los manifestantes, dio razones y volvió a señalar un camino. Pero hoy Fidel ya no está, y Raúl Castro  se ha retirado. ¡Ahora o nunca! bramaron algunos conductores de la TV de Miami. Sin contar con la mística de los líderes que hicieron la Revolución, el presidente Miguel Díaz Canel afronta el desafío de gobernar en condiciones similares a las de 1991. No deja de ser una oportunidad para construir su liderazgo merced a una nueva mística nacida de solucionar gravísimos problemas.

Aún así, en el medio de semejante calvario, Cuba se transformó en el único país del mundo no desarrollado que desarrolló dos vacunas contra el coronavirus, aún en su etapa final. Vale la pena enumerar y pensar en qué países lo han logrado: China, Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña y... Cuba.

Nadie expresó tan bien las necesidades de la isla como el presidente mexicano:  "Si se quiere ayudar a Cuba lo primero que se debería hacer es suspender el bloqueo como lo están solicitando la mayoría de países del mundo", dijo Manuel López Obrador. Y agregó: "Este sería un gesto verdaderamente humanitario. Ningún país del mundo debe ser cercado, bloqueado, eso es lo más contrario que pueda haber a los derechos humanos".

 

Radicales, pero no tanto…

Mientras Venezuela, Nicaragua y ahora Cuba aparecen como arietes para golpear la política exterior del gobierno argentino, por su presunta falta de compromiso con la defensa de los derechos humanos, otras situaciones parecen fuera de la preocupada agenda opositora. Tal el caso de los interminables crímenes de lesa humanidad que se vienen sucediendo hace meses en Colombia, o los inexplicables motivos por los cuales Perú no termina de digerir que un marxista es su nuevo presidente electo y erigirlo como tal, casi dos meses después de realizada la elección. Y si bien el margen de la victoria de pedro Castillo resultó estrechísimo, se trató de comicios limpios y transparentes a pesar de los sucesivas falsas denuncias de fraude de la ultraderechista Keiko Fujimori.

No abundan las declaraciones de dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR) reclamando el respeto a la voluntad popular y la democracia en Perú, o condenando las violaciones a los derechos humanos en Colombia. Es como si, a pesar de reclamar mayor protagonismo en su alianza con el PRO en Juntos Por El Cambio, la UCR continuara en la obstinada renuncia a la defensa de los ricos valores republicanos que le dieron origen.

En la agenda de campaña, Juntos Por El Cambio intentará evitar el capítulo boliviano, que sumó la imputación judicial de Mauricio Macri por el contrabando de armas para sostener el golpe de Estado contra Evo Morales. Incluso la diputada nacional Brenda Austin -de paseo por Alta Gracia- tropezó con la piedra. A pesar de sus esfuerzos por posar de “progre” con pañuelo verde y guiños en las políticas de género, la legisladora de la Nación cuestionó que el Presidente aceptara enseguida la denuncia boliviana, y al igual que Macri, consideró que las pruebas del contrabando “se están desmoronando”. Mañana, el gobierno boliviano exhibirá en conferencia de prensa los cartuchos anti tumulto y gas pimienta fabricados en Argentina y secuestrados en la sede de la Policía de La Paz.

Eso sí, la de Austin fue una de las voces que reclamó ir a las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) para que la UCR encabece las listas de candidatos. También Martín Barrionuevo -titular de la UCR local- reclamó que su partido encabece la listas de JXC, pero lo hizo casi con miedo, con menor convicción y claridad que Austin. Claro, Austin es una dirigente con sobrada capacidad y sólida formación, en tanto Barrionuevo… es Barrionuevo.

 

Un dilema para MTL

La prácticamente asegurada candidatura de Martín Gil, como cabeza de la lista de los aspirantes del Frente de Todos a la Cámara de Diputados, significará un problema para el schiarettismo.

Ha trascendido que el actual Secretario de Obras  Públicas no podrá negarse al pedido que conjuntamente le han hecho el Presidente Alberto Fernández y la Vicepresidenta Cristina Kirchner, a pesar de que preferiría el calor del ministerio. Como si fuera poco, Gil deberá renunciar a la intendencia de Villa María, en la que actualmente está de licencia por ocupar su cargo en la Nación.

La postulación de Gil no sólo tiene a mediano plazo el efecto de instalar con más solidez una eventual candidatura a gobernador en 2023, ya que se trata de un hombre con buen diálogo tanto con el PJ Córdoba como con el kirchnerismo. Para el gobierno en su conjunto, y para Cristina Kirchner en particular, que Carlos Caserio retenga su banca en el Senado es una necesidad estratégica. La Vicepresidenta sigue de cerca cada uno de los movimientos que aseguren la continuidad de la cómoda mayoría del Frente de Todos en la cámara alta. Y Córdoba, donde se descuenta el triunfo amarillo, será escenario de la disputa entre el oficialismo nacional y el provincial por la banca que le corresponde al segundo puesto en las elecciones.

El mayor valor de esta candidatura radica en el poder paralizador que ejercería sobre unos 150 intendentes y jefes comunales cordobeses, cuyas gestiones están atadas a obras financiadas con unos cuantos miles de millones que promete aportar la Nación. Ese financiamiento bien puede producir que sus beneficiarios políticos se queden en sus casas durante toda la campaña electoral, neutralizando el poderoso aparato electoral de Hacemos Por Córdoba.

Entre esos gestores está Marcos Torres Lima, quien depende de esos fondos para concretar, entre otras obras, uno de los proyectos con sello propio: la remodelación de la Avenida del Libertador. El intendente de Alta Gracia tiene un problema adicional: su obvia cercanía a la administración provincial, le demandará que ponga toda la carne al asador para asegurar la banca en el Senado para Alejandra Vigo, esposa del Gobernador Juan Schiaretti. El sector del peronismo que en el departamento aún le responde a Walter Saieg, comenzó tiempo atrás las tareas de precalentamiento con vistas a la campaña. El legislador necesita mostrarle a Caserio la eventual fortaleza de su aporte. Incluso las puertas de la sede partidaria de Arzobispo Castellanos volvieron a abrirse. Las referentes barriales de Saieg volvieron a pasar las tardes en ese ámbito tradicional, aunque por el momento sólo puedan recibir las quejas de afiliados enojados o con necesidades, sin mayor capacidad de ofrecer soluciones.

 

 

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