La odisea de buscar dónde vivir

La Ley de Alquileres fue debatida durante mucho tiempo en el Congreso de la Nación y hace más de un año que entró en vigencia. Sin embargo, eso no significó una solución definitiva para quienes necesitan pagar por un techo bajo el que vivir. En septiembre, envalentonados por el triunfo de Juntos por el Cambio en las Paso, representantes del mercado inmobiliario solicitaron la derogación de la ley. No sorprende la propuesta de los empresarios: la ley supuso una regulación para un mercado que nunca antes la había tenido.

"Desde la primera entrada en vigencia, la ley de alquileres ha tenido resultados bastante positivos. Plantea respuestas a muchas consultas y críticas que tenían los inquilinos antes de la ley de alquileres. Esta ley brinda respuestas a esas consultas y a las familias que constantemente tenían problemas en definir o solucionar problemas edilicios que no tenían respuestas. Lo mismo sucede con el valor actualizado cuando se devuelve el depósito en garantía. No teníamos antes parámetros para calcular los aumentos de los alquileres. Nos quieren convencer de que los índices anteriores eran mejores, pero confunden. El índice actual es alto, pero es mucho menos que lo que era antes de la entrada de vigencia de la ley. Y lo que buscan derogar es el plazo de los tres años" explicaba en septiembre Maximiliano Vittar, de Inquilinos Córdoba.

Los principales puntos de la ley plantean que los ajustes serán anuales, a través de un índice que contemple en partes iguales la evolución de inflación y salarios; los contratos tendrán que ser registrados ante la AFIP y deberán tener una duración de al menos tres años. Sin embargo, son muchos los casos en los cuales no es posible alquilar porque las ofertas no están regidas por la ley de alquileres o -aunque lo estén- las exigencias son tantas que es difícil cumplirlas.

En Alta Gracia y el Valle de Paravachasca, la cantidad de inquilinos es una porción importante de la población. Más de 22.1000 personas están insertas en un grupo de búsqueda de alquileres en la red social Facebook. El principal problema a la hora de concretar las operaciones suele estar en las garantías, o en las exigencias de los propietarios que buscan evitar la presencia de niños o mascotas en las casas o departamentos. 

Sin niño ni perro

"Lástima que no aceptan niños", comentó Mariana en una de las casas que se ofrecían para alquilar. "Busco casa para alquilar, con dos o tres dormitorios y patio. Que acepten mascotas" pide en otra publicación Huilén, sin éxito. Para algunos, buscar un lugar donde vivir se convierte en una osadía.

Sueldo por arriba de 70 mil pesos

"A mí me pidieron locuras por departamentos muy chicos, con millones de problemas en la construcción y lo peor fue el tema de las garantías. En uno de los lugares que vi, querían que consiguiera tres garantes con recibo de sueldo por arriba de 70 mil pesos, porque decían que si no, si yo no pagaba, no tenían de dónde sacar el monto del alquiler" explicó Ariel a Sumario Noticias. Finalmente, él y su pareja decidieron no alquilar por el momento y poner todas las energías en la construcción de su casa que está en obra.

Monotributistas, no

Lorena, por su parte, vivió una situación similar. "No tengo conocidos que puedan ser garantes con recibo de sueldo. Solamente una amiga podía, porque es maestra. Pero el resto de mis conocidos tiene sus ingresos en negro o son monotributistas y no me los aceptaban. Al final, con mi marido y mi nena de tres años nos instalamos en casa de mi mamá, porque no nos quedaba otra" relató la mujer.

La Ley de Alquileres significó el primer esfuerzo por regular un mercado que nunca había tenido control. La obligación de registrar el contrato implica el pago de impuestos por parte del propietario, pero en el caso de que el inquilino pague Impuesto a las Ganancias, le permite descontar de esa obligación una parte por el pago del alquiler. Sin embargo, el control es muy difícil y en muchos casos el Estado brilla por su ausencia. Mientras tanto, miles de familias viven con ansiedad los últimos meses de un contrato, desvelados sin saber dónde vivirán ni bajo qué condiciones en el futuro próximo.