(Alta Gracia, de nuestra redacción) El contexto de pandemia ha complicado la situación económica de muchos trabajadores. Especialmente en aquellos sectores de la economía informal. Artesanos y feriantes fueron algunos de los sectores más perjudicados. A pesar de que los supermercados y despensas no estuvieron cerrados ni un día por el coronavirus covid-19, las ferias de alimentos y productos esenciales tuvieron que esperar meses para tener la autorización del COE y volver a funcionar.

En Alta Gracia, la Feria Agroecológica se realiza desde hace dos años todos los jueves. Allí se reúnen productores de alimentos y productos naturales de todo el Valle de Paravachasca. Los consumidores pueden acceder a los distintos elementos que no pasan por una cadena de comercialización y además pueden consultar a las mismas personas que elaboraron los productos sobre sus características. La actividad permite fortalecer la economía regional. Cada semana se suman nuevos productores y también incrementa la cantidad de consumidores que se acerca a visitarla.

“La feria está desde hace dos años, retomamos en junio cuando el COE nos autorizó. Todos los que participamos somos productores locales y regionales que hacemos con mucho amor lo que ofrecemos. Por eso, invitamos a que la gente nos visite cada jueves” explicó en diálogo con Sumario Noticias Fabiola, quien ofrece dulces y mermeladas. Akial vive en Argentina desde hace ocho años y en Anisacate desde hace dos. El amor la llevó a dejar su ciudad de Monterrey para instalarse en el Valle de Paravachasca, en donde ofrece alimentos típicos de México. “La pasamos muy lindo desde que llegamos a armar, venimos con mucha energía, con muchas ganas y tratamos de mantener esa buena onda con los clientes” relató la muchacha a este medio. Gerónimo, por su parte, comenzó a vender distintas variedades de hongos y productos derivados de ellos este jueves 29 de octubre: “Hoy ha estado muy bien. Me dicen que se empezó a mover más este jueves, así que muy entusiasmado” detalló.

En la feria, los pequeños productores de Alta Gracia y alrededores encontraron un espacio en el que ofrecer sus productos, relacionarse con los clientes y fortalecer los lazos entre ellos.