Desde la cima de las preferencias ciudadanas entre los posibles candidatos a gobernar la ciudad que hasta ahora puede ofrecer Cambiemos, Leandro Morer se lanzó durante la última semana a la una tarea que podría producirle dentera: cautivar al sector social que más reparos cultiva frente a su postulación.
"Tenemos que perforar ese techo”, confió uno de los cada vez más numerosos colaboradores del radical. La afirmación responde a los resultados de sondeos de opinión -y hasta de la simple percepción- en los que el concejal "mide bien” entre sectores medios y medios bajos, pero encuentra resistencias entre los espacios medios altos y altos.
Se trata de la porción de la sociedad que -en general- históricamente adhirió a posiciones políticas de derecha o centro derecha, encontró un aliado en Unión Por Córdoba a partir del menemismo y el aggiornamiento delasotista del Partido Justicialista, y que luego sirvió de basamento fundacional del macrismo.
Dispuestos a romper esa muralla, el pasado 12 de abril, se concretó el segundo encuentro "Proyectando Alta Gracia”, organizado por el abanico de referentes de la alianza que apoya a Morer. A la "mesa chica” de ese conglomerado de Cambiemos se sientan los sectores del oficialismo de la Unión Cívica Radical (UCR), encabezados por Marcelo Jean y el referente juvenil Mauro García; el exsenador Noé González Grima, Martín Barrionuevo, Miguel García y las también radicales Marisa Carrillo, Leticia y Cecilia Luppi; los referentes del Frente Cívico, Martín Núñez Cremades y Agustín Saieg; y los referentes del PRO Martín Ávila, Enrique Ruarte, Mirna Díaz Cabral y Luis Torres Lacroze, a quien –además- se le atribuye una relación de amistad personal con el Presidente de la Nación.
Entre empresarios, profesionales, comerciantes y algunos productores agropecuarios, un centenar de personas respondió a la convocatoria. El punto de reunión no resultó menos sugestivo: el Hotel Solares del Alto, porción de la iconografía que enmarcó los encuentros organizados por Unión Por Córdoba y los gobiernos municipales, y habitual sede elegida por dirigentes del peronismo para concretar diversas reuniones con hombres de negocios.
Desde la organización de la jornada, se puso especial celo en evitar las fotografías, partes de prensa y difusión de las identidades de los asistentes. De todos modos, muchos nombres trascendieron luego en algunos medios de comunicación.
Algunos de los presentes mantuvieron en el pasado una relación distante y hasta enfrentada con el gobierno municipal cuando era Mario Bonfigli quien se sentaba en el Sillón de Lepri y Morer ocupaba la Secretaría de Gobierno: "Es un sector de la sociedad al que quizá no hemos escuchado en el pasado y del que hoy queremos estar cerca”, respondió el precandidato ante la consulta de este medio, haciendo gala tanto de sentido autocrítico como de voluntad de cambio.
- ¿Y qué receptó en el encuentro?
- Que necesitaban ser escuchados. Es un espacio con mucha gente con ganas de participar, más allá de lo que pueda aportar desde su rubro específico
Afinando la mira hacia el gobierno municipal, el concejal sostuvo haber receptado "mucha preocupación en cuanto a promesas incumplidas, como el centro comercial a cielo abierto en la Avenida Belgrano o el Parque Industrial”. También en lo que hace a la falta de "estacionamiento medido, seguridad, planificación urbana y servicios”. El misil con mayor carga lo guardó para el final de la charla: "y receptamos un reclamo general ante la falta de transparencia en los actos de gobierno”, disparó.
Más allá de la atención que el precandidato quiere prestarle al sector que más le cuesta, la confluencia de intereses entre algunos de quienes fueron a escucharlo y las políticas de gobierno, constituyen un ensamble complejo, una trama que suele sobreponerse a las alternancias en la conducción de la administración municipal. Y de las que casi siempre resulta indemne.