Leandro Morer presentó un pedido de investigación penal ante la Fiscalía de Instrucción de Alta Gracia 2º Turno -a cargo de Alejandro Peralta Ottonello-, que podría acarrear impensadas derivaciones y consecuencias.

En su presentación, el concejal radical da cuenta de "la existencia de perfiles de la red social Facebook conocidos como, a saber: Mario Esperanza, Domingo Lepri, Incrédulo AG, los cuales se dedican a difamar, agraviar la persona, instalar inform,ación falsa, poniendo en tela de juicio mi moral y la de mi familia, creando en la sociedad una imagen distorsiva e irreal, lo cual está afectando directamente mi familia (esposa, hijos, hermano) recibiendo mis hijos agresiones físiscas (que por no hacer de ésto una noticia periodística no se denunció en su momento) y agresiones psicológicas en la vía pública (insultos y desmedros basados en información falsa) y en el ámbito de sus vidas particulares, siempre basadas en esa información errónea difundida por esta red social bajo estos perfiles”.

El excandidato a Intendente sostiene en el escrito, además, que "estos perfiles están manejados por la misma persona física y la misma estaría directamente vinculada al ámbito político de la Ciudad de Alta Gracia”.

Morer no ha formulado declaraciones en torno a la denuncia presentada, en tanto trascendió que su entorno se encuentra gravemente afectado por la situación, y que hasta las últimas horas, miembros de su familia habrían recibido amenazas.

Días atrás, algunos trascendidos dieron cuenta de que Morer y su compañero de bancada Roberto Brunengo -dos de los dirigentes políticos más afectados por los ataques de los perfiles truchos- concretarían la presentación ante Peralta Ottonello. Las mismas versiones señalaron que el responsable "sería un empleado municipal”.

Días atrás, en la provincia de Buenos Aires, se orquestó una campaña en la que supuestos voluntarios se ofrecían a reemplazar a los docentes que hicieran paro. Todo comenzó con un posteo en la red social Twitter de Marinao Bronenberg, dirigido a la gobernadora María Eugenia Vidal.

A poco de andar se supo que el "voluntario” es un Teniente Coronel del Ejército Argentino y habitual conferencista del PRO, a quien se lo vincula con el exbatallón 601 de Inteligencia.

Sin embargo, tras el twit de Bronenberg se activaron más de tres mil cuentas que generaron entre 200 y 20 tweets cada una con  el mismo contenido. Es decir, algunos usuarios –o falsos usuarios, los llamados "trolls"- publicaron 20 posteos seguidos sobre el mismo tema y usando el hashtag en cuestión. De las diez cuentas que más twittearon durante la embestida del "call center PRO”, la primera vez, desde esas mismas cuentas se emitieron al menos 17.000 tweets de los 22.500 que usaron el hashtag.

Una vez instalado el tema en la red social Twitter, la campaña devino en noticia El portal Infobae el principal difusor del tema, con una nota sobre "La campaña en contra del paro que sorprende en las redes”, algo que luego fue replicado en distintos medios.

En una reciente entrevista a un medio chileno, el alemán Martin Hilbert (39), Doctor en Ciencias Sociales y PhD en Comunicación y actual asesor tecnológico de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, explicó el funcionamiento de los mecanismos de recolección de datos a través de las redes sociales y su posterior utilización política: "Teniendo entre 100 y 250 likes tuyos en Facebook, se puede predecir tu orientación sexual, tu origen étnico, tus opiniones religiosas y políticas, tu nivel de inteligencia y de felicidad, si usas drogas, si tus papás son separados o no. Con 150 likes, los algoritmos pueden predecir el resultado de tu test de personalidad mejor que tu pareja. Y con 250 likes, mejor que tú mismo. Este estudio lo hizo Kosinski en Cambridge, luego un empresario que tomó esto creó Cambridge Analytica y (Donald) Trump contrató a Cambridge Analytica para la elección”.

El experto en redes reveló que luego "usaron esa base de datos y esa metodología para crear los perfiles de cada ciudadano que puede votar. Casi 250 millones de perfiles. Obama, que también manipuló mucho a la ciudadanía, en 2012 tenía 16 millones de perfiles, pero acá estaban todos. En promedio, tú tienes unos 5000 puntos de datos de cada estadounidense. Y una vez que clasificaron a cada individuo según esos datos, lo empezaron a atacar. Por ejemplo, en el tercer debate con Clinton, Trump planteó un argumento, ya no recuerdo sobre qué asunto. La cosa es que los algoritmos crearon 175 mil versiones de este mensaje –con variaciones en el color, en la imagen, en el subtítulo, en la explicación, etc.– y lo mandaron de manera personalizada. Por ejemplo, si Trump dice "estoy por el derecho a tener armas”, algunos reciben esa frase con la imagen de un criminal que entra a una casa, porque es gente más miedosa, y otros que son más patriotas la reciben con la imagen de un tipo que va a cazar con su hijo. Es la misma frase de Trump y ahí tienes dos versiones, pero aquí crearon 175 mil. Claro, te lavan el cerebro. Te dicen exactamente lo que quieres escuchar. No tiene nada que ver con democracia”.