El pasado 31 de enero, el canal TNT estrenó "El Comandante”, la serie sobre la vida de Hugo Chávez, encarnado por el actor Andrés Parra.
La tira de 60 capítulos basada en la vida del presidente venezolano fue producida por Sony Pictures Television y desde el anuncio de la filmación recogió críticas entre los partidarios del líder latinoamericano, como apoyos entusiastas de sus detractores.
Tras la emisión del primer capítulo, las críticas no sólo fueron políticas, sino que también alcanzaron la calidad del producto: "Pensé que iba a intentar captar público de ambos lados, presentando un producto de alta calidad, lo más apegado posible a la realidad. Creí que iban a hacer que hasta los chavistas se engancharan con el guión, para luego, en capítulos posteriores, meterle su veneno”, sostuvo un usuario de Taringa, que consideró que "los guionistas fueron torpes y llenaron el primer capítulo de intentos obvios y ultraforzados para hacer parecer a Chávez como un hombre cobarde, inseguro e incapaz. Cosas que ningún venezolano que vivió este proceso, ni siquiera los más antichavistas, podrán tomar en serio”.
Mientras RCN Televisión transmitía la primera entrega de la producción, se posicionó en Twitter la etiqueta "Chávez de verdad”, utilizada por quienes respaldan al gobierno y recuerdan a Chávez como líder. En la presentación de su memoria y cuenta, el presidente Nicolás Maduro dijo que la serie era una "basura” del imperialismo. Igual opinión tiene Marisabel Rodríguez, exesposa de Chávez, quien amenazó con demandar a Sony. "Chávez de verdad” será, además, una serie que se prepara con el financiamiento del convenio Cuba-Venezuela.
Por su lado, y como parte de los prensa del estreno, Parra concedió varias entrevistas."Yo era un ignorante del tema político en general”, dijo el actor. "Creo que, como la gran mayoría de los colombianos, la única información que tenía de Chávez era lo que decían los noticieros: ‘En Venezuela hay un loco haciendo de todo y que trata mal a Bush'”, agregó.
"Cualquier latinoamericano se va a sentir identificado con esta serie porque mostramos los mismos fenómenos que pasan en todos los países: quiénes están detrás del poder y toman las decisiones políticas, qué tanto los ciudadanos estamos en esa agenda, la actuación de las corporaciones, los medios, la iglesia y cuál es el papel de la corrupción en la política”, prometía Parra.
El actor admitió que "el gran reto fue la voz, eso me costó muchísimo trabajo. Por primera vez en muchos años, tuve que buscar ayuda. Llamé a Magda Niño, una compañera que estudió conmigo en Cali y se ha especializado en voz. Le dije: ‘Magda, tengo un problema. Voy a hacer de Chávez y no encuentro su voz, no sé qué es lo que me pasa’. Ella vino a trabajar conmigo intensamente, como por mes y medio, hasta que la cadencia del acento llanero me empezó a salir. Lo demás fue más sencillo porque tuve la posibilidad de estudiarlo durante año y medio. Vi más de 400 horas de Aló, presidente, y me leí biografías a favor y en contra de él, así como sus libros”. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, una de las críticas más duras contra la interpretación radica justamente en la voz que Parra le pone a su Chávez: "Imitaba muy mal el acento llanero de Chávez y terminaba pareciéndose más al actor cómico Emilio Lovera”, escribió un televidente venezolano en Twiter.
Parra sostuvo que no podía correr el riesgo "de contaminarme con las visiones de amor o rabia de la gente. A mi no me interesa juzgarlos, ni tomar partido sino buscar al ser humano que hay allá adentro. En el caso de Chávez fue un trabajo muy interesante porque, al final, la gran pregunta de esta serie es cómo un niño humilde que jugaba con chapitas en Barinas, sin mayores oportunidades en la vida, se convierte en el político más famoso de América Latina después de Fidel Castro”.