(Alta Gracia, de nuestra redacción) En las últimas semanas, se reactivaron las tratativas  entre el Banco de la Nación Argentina y la Municipalidad de Alta Gracia en torno al proyecto de construcción de la sede de la entidad crediticia en la ciudad. La institución es propietaria del terreno colindante al edificio municipal de la calle Belgrano y pretende erigir allí su local propio.

El tema ha generado controversias en el pasado porque el inmueble se encuentra ubicado en pleno corazón de la zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y quedaría frente tanto del Museo de la Estancia Jesuítica y Casa del Virrey Liniers, como del propio Tajamar. La Unesco recomienda que en los sitios que figuran en su lista se evite realizar construcciones que de alguna manera compitan arquitectónicamente con el bien cultural protegido.

Mario Borio, uno de los responsables de haber logrado la distinción internacional de Alta Gracia, es un férreo opositor a que en el lugar se construya la sede del banco "en altura”. Años atrás participó junto con especialistas de reuniones en la casa matriz del Banco Nación para reclamar la modificación del proyecto, que inicialmente preveía varios pisos. En los momentos de mayor desencuentro, Borio había recurrido al Defensor del Pueblo de la Nación, trámite que congeló la iniciativa algunos años. Y cuando en 2012 finalmente comenzaron las obras, el descubrimiento de restos de construcciones jesuíticas de valor arqueológico, las paralizó.

Aunque esta vez no ha recurrido a instancia alguna para frenar un aparentemente cercano inicio de los trabajos, Borio no deja de cuestionar el proyecto, que prevé la construcción de una sola planta. "Una planta baja de un local o un banco, no tiene tres metros de altura como una casa: tiene seis, frente al de la Estancia Jesuítica que tiene nueve..... va a interferir visualmente”, sostuvo al ser consultado por este semanario.

"De lo que se trata, es de que el banco -y las autoridades- se hagan cargo del lugar que poseen, que es privilegiado, y que aprovechen la oportunidad de hacer un hermosísimo proyecto que no compita con los bienes jesuíticos”, sostuvo el exasesor municipal en Patrimonio Cultural, mientras a modo de ejemplo ejemplo ponía un croquis de su autoría contemplando una "plaza seca” en el inmueble. La idea prevé la construcción de la sede aprovechando el desnivel existente en esa zona entre las calles Belgrano y Dr. Carigniani (ver ilustración principal).

En su argumentación, Borio cita ejemplos de diferentes lugares del mundo incluidos en la Lista de Patrimonio de la Humanidad, donde se realizaron obras sin conspirar contra los bienes históricos protegidos.  Algunos de ellos, como la Pirámide Pei, en el ingreso al Museo del Louvre, en Francia, y el Museo Marítimo Elsinor, en Dinamarca.