Gloria (protagonizada por Julianne Moore) es una mujer cincuentona que vive sola, oficinista, divorciada y con un par de hijos grandes con una vida independiente. Lo que realmente le gusta a Gloria es bailar. Algunas noches va a algún boliche donde hay gente de su edad. Así conoció a Arnold (interpretado por John Turturro) con quien inició una relación amorosa.

Esta película del 2019 es una versión estadounidense del film chileno de 2013, Gloria. Ambos largometrajes fueron dirigidos por el realizador chileno Sebastián Lelio.

Gloria vive de manera independiente, visita a su hijo y a su nieto con quienes tiene una relación cordial, pero con un cierto distanciamiento. Con su hija tiene más diálogo y complicidad, pero ocurre que la joven planea casarse e irse a vivir a Suecia y hacer su vida allí. Con escasas amistades (apenas una buena relación con su exmarido y con una compañera de trabajo) y una madre mayor pero que aún la auxilia cuando es necesario, Gloria tiene una vida agradable pero solitaria. La protagonista ha tratado de huir de la rutina de la oficina, un gato intruso y un vecino alterado que la maltrata, a través del baile. Sin embargo, al iniciar una relación amorosa complicada las soledades y vacíos existenciales quedan expuestos. Por su parte, Arnold es un hombre recientemente separado, ex marine que ahora trabaja como instructor de paintball, que se siente muy atraído por Gloria, pero que mantiene una relación de codependencia con sus hijas y su exmujer, lo que constituye un círculo del que no está del todo claro si no quiere o no puede salir.

Esta película no se encuentra dentro del género comedia, pero tampoco es un melodrama. Es llevadera para ver y muestra un fragmento de la vida de una mujer que trata de romper con el tedio cotidiano a través del baile y las expectativas de un nuevo amor, “Si el mundo explota, espero bajar a bailar”, dice Gloria en un momento del filme. La historia muestra las dificultades en las relaciones de dos personas maduras, pero aún activas, con ganas de iniciar una nueva relación, pero con las mochilas cargadas de sus anteriores experiencias y de una vida familiar ya consolidada. Su director, Sebastián Lelio, ya había sido reconocido por su película La mujer fantástica, con numerosos premios. Las actuaciones son notables y la fotografía y la ambientación logran introducir al espectador en la trama.

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