Pánico escénico en concejales altagracienses

A pesar de tener una amplia predisposición para realizar declaraciones en todos los medios de comunicación de la ciudad y de esforzarse por proferir frases dignas de titulares, los ediles altagracienses sufren de pánico escénico. Concretamente, el temor se aplica a las tablas del Cine Teatro Monumental Sierras.

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Desde el viernes 24 de abril, el coloso altagraciense es el lugar elegido para realizar las sesiones del Concejo Deliberante debido a que el espacio en el recinto legislativo no permite cumplir con las normas de distanciamiento por la pandemia del coronavirus covid-19. Sin embargo, en ninguna de las dos sesiones realizadas desde entonces, los concejales sesionaron sobre el escenario, que sería el lugar que permite disponer mesas con el debido distanciamiento y permitir el acceso de periodistas a grabar y fotografiar sin exponerse al riesgo de contagio.

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En la sesión del 24 de abril, los ediles deliberaron en una mesa dispuesta entre las plateas y el escenario, con un espacio acotado y sin lugar para que los trabajadores de los diferentes medios pudieran circular para realizar su labor. Este 6 de mayo, la sesión se llevó a cabo en el sector más alto del cine teatro, con los concejales dispuestos en diferentes butacas y una mesa para la presidencia y la secretaría legislativa. Molesta por no tener en dónde apoyar la papelería, la concejala Amalia Vagni permaneció las casi tres horas de sesión sentada en el piso, con sus elementos de trabajo a su alrededor en un escalón. Al ser consultada por la prensa sobre su opinión respecto de que se dispusiera una mesa en el escenario, ya que allí hay lugar para una presentación de más de cuarenta actores, señaló “De teatro, esto no es un teatro”. Ya el día anterior había declarado en Siempre Radio 93.3 que “ha corrido el chascarrillo de que se parece a una obra de teatro”. A pesar de quejarse del teatro, la concejala Vagni se las ingenió perfectamente para robar cámara sin utilizar el escenario: sentarse en el piso, interrumpir a otros ediles, reclamar que no se le cedió la palabra en momentos de votación –que por reglamento no son tiempos de debate- y repartir paquetes de cacao y lentejas para reclamar por los módulos del Paicor fueron sus estrategias.

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Por pánico escénico o por motivos misteriosos, el gran escenario del Cine Teatro Monumental Sierras observa vacío las sesiones de concejales amontonados o sentados en el piso. Posiblemente el 20 de mayo, día de la próxima sesión ordinaria, algún miembro del cuerpo legislativo note su presencia.