Diario Sumario, Despeñaderos. El desafío de educar durante la cuarentena muestra diferentes realidades a lo largo y a lo ancho del país. Frente a las diferentes oportunidades de acceso a la educación, en diferentes localidades, sus docentes y estudiantes desarrollan diversas metodologías. Pero en nuestro país, no solo hay colegios en los pueblos y ciudades. Las escuelas rurales abren un camino de aprendizaje, en el que diversifican las formas pero la finalidad es la misma: acompañar a sus alumnos y alumnas en este trayecto pedagógico.

En estas instituciones rurales, más conocidas como “escuelas de campo”, las directoras y directores son las únicas referentes para los y las estudiantes. Sus docentes realizan devoluciones cualitativas a las evaluaciones formativas. Se trata de una metodología que excluye la nota numérica y pregona un acompañamiento teórico a los chicos y familias sobre las actividades desarrolladas.

En diálogo con Sumario, Claudia Reineri, inspectora de nivel primario de la zona 5320 correspondiente al Departamento Santa María Este, valoriza la tarea docente durante este aislamiento. “Hoy el maestro está trabajando diez horas por día”, dice y agrega que hay un gran compromiso de familias y estudiantes.

Las maestras se graban videos con explicaciones de las tareas y hacen devoluciones de igual modo. Para quienes no pudieron acceder a las estrategias virtuales, las directoras de las escuelas recorrieron los caminos y entregaron personalmente los cuadernillos de actividades propuestos por el gobierno nacional.

Recientemente, el Ministerio de Educación provincial determinó la exclusión de las calificaciones, al menos hasta el regreso a clases. Frente a esto, la inspectora pondera el acompañamiento interactivo que realizan las maestras con sus alumnos a través de informes cualitativos en referencia a las actividades desarrolladas. “Este no es un año perdido, hay estudiantes, padres y docentes que estamos trabajando por la educación”, explica la inspectora.

Foto: Escuela Ataliva Herrera