Comienza octubre y los ánimos llevan a pensar que el año ya ha concluido y que lo más importante quedará para el 2022. Sin embargo, a nivel político quedan algunas disputas importantes. En el ámbito nacional, los comicios del próximo 14 de noviembre están entrando en la etapa de campaña luego de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del pasado 12 de septiembre.

Pero en Alta Gracia, las aperturas para la realización de diferentes actividades debido a la baja de casos de coronavirus abrieron también la puerta a la temporada de festivales. Esta semana se confirmó que la ciudad vivirá su trigésimo cuarto Encuentro Anual de Colectividades y el anuncio del Intendente de una comisión conformada por funcionarios fue la chispa que encendió el fuego de los cruces en una guerra que seguramente tendrá su batalla principal en el Concejo Deliberante.

Debido al contexto de pandemia, Marcos Torres Lima consideró “demasiada responsabilidad” para un ciudadano que trabaja ad honorem la realización del festival y propone la conformación de una comisión especial, integrada por funcionarios municipales. “Conozco mucho la fiesta, porque he tenido la suerte de trabajar en ella en muchos lugares distintos. Nos encontramos en un año de pandemia, en donde todavía no están estipulados los protocolos. No estamos de alta de la pandemia y no sabemos si puede venir otra cepa. Entregar el armado a una comisión es desligarse del problema. El Ejecutivo siempre ha puesto la cara y esto no es una excepción. Si hoy yo le digo a una comisión que haga la fiesta y a los tres o cuatro meses cambian los formatos o protocolos, soy yo como Intendente quien tiene que hacerse cargo” aseguró Torres Lima, quien además anunció la presentación de un proyecto en el Concejo Deliberante para conformar esa comisión especial.

El bloque de Alta Gracia Crece no tardó en contestar a la propuesta. Amalia Vagni, jefa de la bancada opositora, salió al cruce de la iniciativa. “Nos parece que hay que cumplir la ordenanza, en todo caso que estas personas conformen una comisión asesora… eso serían dos mangos aparte que se verían con buenos ojos por parte del bloque. Lo que es la conformación de la comisión, tiene que realizarse como siempre. Desde 1988 le damos esa responsabilidad a vecinos de la ciudad y los han llevado a la perfección” señaló Vagni. Además, la concejala añadió: “La pandemia no tiene nada que ver con contratar a un artista o ver cómo se van a acomodar las distintas colectividades dentro del predio. Tranquilamente puede haber una comisión asesora y veo con muy buenos ojos que la puedan integrar Cugno o Agazzi, que han estado en la trinchera en la cuestión de pandemia y saben los protocolos, el aforo… Si uno hace un encuentro de esta envergadura, eso tiene que estar muy bien aceitado para que se cumpla. La ordenanza plantea el tema de una comisión asesora. Ahora que funcionarios municipales sean encargados de contratar artistas, bebidas, carpas… hay muchas cosas y la ciudad tiene que seguir funcionando. Los funcionarios municipales tienen que estar abocados a la tarea de administrar el municipio” remarcó.

El proyecto del Departamento Ejecutivo seguramente será tratado en el Concejo Deliberante este miércoles 6 de octubre o el 13 de este mes. Es de imaginar, como ha sucedido desde que asumieron los actuales ediles, que el bloque de Hacemos por Córdoba realice una férrea defensa de la gestión municipal y del proyecto presentado por el Intendente y que la oposición dispare sus municiones más fuertes contra el mismo. Incluso, se puede vislumbrar el resultado por mayoría a la hora de levantar las manos y votar.

Las nuevas Colectividades

Más allá de la discusión que se presente en el legislativo las próximas semanas, el asunto Colectividades no será tema cerrado este 2021. El Intendente comenzó su gestión promoviendo un festival diferente a los que se habían realizado hasta el momento, buscando una fiesta popular, eliminando las plateas y presentando cambios en la grilla. Fue uno de los primeros actos que lo diferenciaron de la gestión de su hermano y no titubea al plantearlo: “Facundo tenía una visión y yo tengo otra” remarcó Marcos Torres Lima. “La fiesta cambió. Tenemos un Cine Teatro Monumental Sierras en donde pasan numerosos artistas prestigiosos y le dan la posibilidad a quien va de sentarse en una sala, con buena acústica, aire acondicionado o calefacción sin tener que mirar el cielo para ver si va a llover o no. Colectividades se ha reconvertido y esto no es por mirar mal ni criticar. Creo que la tenemos que agiornar a las posibilidades económicas del momento. No tiene que haber plateas, tiene que haber un ingreso muy accesible y quien quiera ver un artista de renombre tiene la posibilidad durante todo el año en el cine. No tengo por qué trasladarle a todos los vecinos una entrada carísima para ver un artista que solo puede verlo una equis cantidad de gente” destacó el Intendente. Y si bien Torres Lima sentó las bases de los cambios, también consideró que este año no es el momento para dar la discusión de fondo sobre el espíritu y carácter de la fiesta. “Creo que más adelante hay que repensar Colectividades con la comisión. Depende del Ejecutivo municipal, los fondos también, es una fiesta que fue virando hacia ya un armado municipal. Muchas veces las comisiones son un adorno que no tiene tanto sentido. Eso lo discutiremos seguramente el próximo año o el otro” expresó. En ese sentido, la postura de la oposición no fue muy diferente: “Coincidimos en disminuir el precio de la entrada. Los vecinos de la ciudad ni siquiera disfrutan ya el encuentro: se hace costosa la entrada y el estacionamiento, entonces no pueden disfrutar la comida porque lo otro es carísimo. Sería bueno que la gente pueda disfrutar de artistas locales. También hablar con cónsules o embajadores para rescatar la esencia de colectividades” expresó Amalia Vagni.

En las próximas semanas, comenzará el despliegue de pirotecnia en la discusión acerca de la fiesta de Colectividades. Sin embargo, será solo una antesala de la verdadera disputa que tendrá lugar en los próximos meses o años y propone un cambio radical en la realización del festival más convocante de Alta Gracia.