El pasado domingo, se encendieron las alarmas de alerta en el Aeropuerto de Ezeiza luego de que personal de la Dirección General de Migraciones detectara que un pasajero argentino que regresaba de Miami, Estados Unidos, tenía coronavirus.

Antes de emprender regreso del país norteamericano, donde aseguró fue a vacunarse, se realizó el test, ya que es obligatorio ingresar a la Argentina con PCR negativo. Sin embargo, las cámaras térmicas detectaron que el joven de 29 años tenía 38,5 grados de fiebre. Luego de controlarlo, comprobaron que también había ocultado el resultado del PCR que dio positivo.

El pasajero, identificado como Santiago Solans Portillo, fue detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y trasladado a un hotel para cumplir con el aislamiento correspondiente, tal como indican los protocolos.

Además, quedó imputado por los delitos de propagación dolosa y propagación culposa de una enfermedad peligrosa y contagiosa. Podría ser condenado a 3 y 15 años de cárcel y la pena se agravaría si otros pasajeros se contagiaron. La aerolínea American Airlines podría ser multada.

"Por un irresponsable y egoísta hoy corren riesgo 200 personas que viajaron haciendo lo correcto. Esta persona está detenida y tiene una situación judicial complicada que se agravará drásticamente si alguno de los pasajeros desarrolla síntomas en los próximos días. Le podrían caber hasta 15 años de prisión", manifestó la directora de Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, en diálogo con Clarín.