(Sumario Noticias, Alta Gracia) Este miércoles, la directora del Hospital Arturo Illia, Mariana Garay, describió la situación desesperante que se vive en la institución ante la falta de camas para pacientes que presentan complicaciones por el coronavirus covid-19. Desde la semana pasada, la terapia intensiva pasó a ser exclusivamente para pacientes covid-19 positivos, pero de todas maneras, la cantidad de camas es insuficiente.

"El viernes se habilitó la terapia intensiva para pacientes covid-19. Se completó el cupo de las cinco camas enseguida. Después, hubo dos fallecimientos y pudimos pasar otros pacientes que estaban en sala, esperando cama de UTI, pero en un cuadro muy complejo. También hubo una persona trasladada de Río Tercero, que llegó bastante complicada y hubo que intubarla apenas tuvimos una cama disponible en terapia. Todas las camas están ocupadas y una cama que se desocupa es ocupada inmediatamente, porque hay gente esperando camas de terapia" explicó Garay al aire de Siempre Radio 93.3.

Acerca de los grupos que se contagian o que llegan a las instituciones de salud con mayores complicaciones, explicó que "la gente joven es la que ha empezado a estar más complicada. No solo porque la cepa es muy contagiosa y compleja, sino porque aguantan mucho más y cuando vienen al hospital están con una neumonía compleja".

Respecto de los días de cuarentena establecidos por el Gobierno nacional, la profesional de la salud consideró que serían suficientes si todas las personas cumplieran con las medidas. "La situación es que nunca han sido días de confinamiento reales. Este fin de semana han habido fiestas clandestinas, marchas y reuniones familiares. No alcanza la Policía para que la gente comprenda. Las causas de los contagios son las mismas que siempre. En el equipo de salud tenemos tristeza porque no sabemos qué hacer y qué vamos a hacer si esto sigue así. El confinamiento de 9 días, si fuera respetado, serviría. Nada va a ser suficiente si no se genera la conciencia".

Por otro lado, lamentó la manifestación anticuarentena realizada el pasado martes, en donde se observó numerosas personas sin cumplir con las medidas sanitarias mínimas como la distancia o el uso del barbijo. "Viendo las marchas tenemos preocupación, dolor, susto de ver que se ponen voluntariamente en una situación compleja. Magia no podemos hacer. Vamos a hacer lo que podamos con lo que nos quede de recursos. El tema es que en el medio tenemos a esta gente que va a la marcha, está sin barbijo, después te golpea la puerta porque quieren que lo hisopes ya. No solamente vemos la inconsciencia de autoexponerse a un riesgo y que después exigen que los atendamos en cinco minutos. La sensación es de impotencia. La responsabilidad que tenemos está por encima de cualquier sentimiento" señaló Garay.