(Sumario Noticias, Alta Gracia) La colectiva feminista de Santa Ana presentó este martes 15 de diciembre al Concejo Deliberante de aquella localidad una carta firmada por movimientos feministas de Alta Gracia, del Valle de Paravachasca y de la provincia de Córdoba, expresando su rechazo al proyecto que declara a la localidad como "Pro vida y familia" en el marco del debate a nivel nacional de la interrupción voluntaria del embarazo.

“Una declaración de este tipo no es inocente, sino que busca rechazar la práctica del aborto como opción sanitaria y de este modo obstaculizar la aplicación de la ley de IVE ante su eventual sanción. Además, podría utilizarse para obstruir el acceso a prácticas que actualmente ya son legales, como la Interrupción Legal del Embarazo, el acceso a métodos anticonceptivos y otros servicios de salud sexual y reproductiva”, dice parte de la nota. “Alertamos al Concejo Deliberante de los peligros de esta iniciativa, que no es otra cosa que una ofensiva contra el acceso de las mujeres y personas gestantes a sus derechos sexuales y reproductivos en la ciudad. Proponemos que este órgano rechace este proyecto de declaración, tomando en cuenta la voz de quienes aquí nos expresamos”.

Consultada sobre el tema, la activista y militante Cony Paolucci, quien forma parte de dos de las organizaciones firmantes - Feministas Silvestres y Asamblea Feminista del Valle de Paravachasca – afirmó que el proyecto va en contra de lo que se está tratando a nivel nacional. “No están entendiendo lo que se está pidiendo. Nadie está en contra de las familias ni del niño o niña por nacer, lo que estamos pidiendo es que toda persona que no quiera llevar adelante un embarazo tenga la seguridad y posibilidad de poder hacerlo acompañada por el Estado con una contención integral”.

“Hace años que venimos trabajando y luchando por esto. Es una deuda más de la democracia, por un derecho fundamental. Lo que más llama la atención es que la religión siempre está metida obligando a oprimir a las personas. Los concejales deben representar a todos los ciudadanos, sin que la religión este ante los Derechos Humanos”.

Por último Paolucci fue contundente: “No es un capricho, el aborto clandestino no salva nada”.

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