Un derecho no es una obligación. Es una libertad adquirida que puede o no ejercer una persona. Hay muchos derechos que voluntariamente no ejercemos. Por ejemplo, el matrimonio igualitario lo ejercen quienes hacen esa opción en su vida. La interrupción del embarazo también.

Para quienes no, pero también para quienes sí, el Estado debe estar. Porque el Estado debe estar para todos, para todas y para todes. Tan sencillo y tan simple como eso. Sin enfrentamientos. El estado de derecho en el que vivimos nos resguarda esas libertades.

Sin dudas, es una política pública integral que tiene que ir con la prevención. Desde los lugares de nuestro trabajo, vemos jovencitas que pudieran estar estudiando, pensar un futuro distinto, con más libertad y trabajo y no ser madres tan pequeñas. Tienen derecho a una sexualidad sana, en todos los aspectos, en todos los sentidos y que no necesariamente tenga la reproducción como fin. Para poder ser madres y padres cuando se elige y con amor.

El Estado debe estar para legislar, para hacer políticas públicas y para hacer justicia en todos los sentidos y en todos los sectores.

*Responsable de Anses UDAI Alta Gracia