(Sumario Noticias) Cuando sonó el pitazo final, y todavía los hinchas argentinos estaban gritando el gol de Paulo Dybala, los jugadores argentinos rodearon al capitán de la Selección y lo alzaron hasta hacerlo volar, una y otra vez, entonando "...de la mano de Messi todos la vuelta vamos a dar".

El rosarino fue elegido el mejor jugador de esta final entre los campeones de Europa y América. La Argentina necesito de una gran atajada de "Dibu" Martínez para resistir el asedio inicial italiano, y entonces llegó una jugada con sangre de Messi aguantando la marca por la izquierda del área, pase cortito al centro para que Lautaro Martínez anote el primero. Y un rato después Lautaro le sirvió la pelota con un guante a Angel Di María para que se luciera con una definición exquisita con una emboquillada de su sello. En el segundo tiempo, la Argentina pudo haber hecho varios más y hasta valdría criticar los goles que se perdió. Pero llenó la cancha de fútbol impidiendo que la gente se mantuviera sentada en las tribunas.

La imagen de Leonel Messi volando por el aire en el centro de esa ronda que le hicieron sus compañeros expresó tanto el buen momento de la Selección Argentina como la inmensa actuación del capitán del equipo, que no pudo anotar aunque varias veces lo intentó. Se puso el equipo al hombro y empujó, de principio a fin.

A alguien la organización debía darle la distinción de mejor jugador de la final. Fue Messi, pero podría haber sido Di María, Lautaro Martínez. Realmente no importa. Wembley disfrutó de un fútbol que derrama alegría y, partido tras partido, ilusiona, ilusiona y no para de ilusionar.