(Sumario Noticias, Alta Gracia) La diferencia de 5 a 4 en la cantidad de bancas del Concejo Deliberante es una de las complicaciones que la oposición tiene a la hora de marcar la agenda política de la ciudad. Pero no se trata de la más importante.

Esta semana, un comerciante filmó un video y lo viralizó comentando un proyecto de ordenanza que -según él asegura- presentará próximamente en el Concejo. Aquella acción generó más revuelo político que un año y medio de oposición en manos de Alta Gracia Crece. La necesidad de estar en los comentarios y la opinión pública es algo de lo que los concejales de la minoría tienen muy claro. Sin embargo, en tiempos de crisis, la creatividad escasea.

La principal estrategia del bloque opositor desde marzo de 2020 ha sido la presentación de pedidos de informe que el oficialismo apila prolijamente en diferentes cajones. Las discusiones y chillidos en el recinto legislativo van acompañados de una gran sed de figuración. Para ello, las redes sociales son el instrumento por excelencia. La vidriera de Facebook, Twitter e Instagram permite mostrar a los seguidores las recorridas por diferentes instituciones y lugares de la ciudad, así como las críticas a las acciones de gobierno.

Sin embargo, en el vértigo de subir fotografías y opiniones, los representantes de la alianza entre la Unión Cívica Radical (UCR) y el Propuesta Republicana (PRO), a veces caen en inconsistencias. No importa si se trata de políticos con proyección nacional, provincial o local.

El pasado 28 de abril, la concejala Lucía Allende compartió en sus redes sociales una serie de imágenes de su recorrida junto con Amalia Vagni al centro de vacunación covid de la ciudad. “Quiero agradecer intensamente a todo el personal que está llevando adelante esta tarea comunitaria tan importante en este momento. ¡Vamos por más vacunaciones a los altagracienses!” señaló. En su mensaje, no se incluyó ningún tipo de crítica o cuestionamiento a la campaña de vacunación, cantidad de dosis, personal que recibió la inoculación o aquellos que aún esperan.

Ocho días más tarde, el Gobierno municipal celebró con bombos y platillos el vacunado número 10 mil. El vecino que recibió la dosis de su inmunización se llevó además un diploma donde la Secretaría de Salud, Desarrollo y Equidad lo reconoce como vacunado número 10 mil, aplausos y una fotografía con los empleados encargados de llevar adelante la campaña, el secretario de Salud Mariano Agazzi, el director de Políticas Sanitarias Martín Cugno y el intendente Marcos Torres Lima. En la emoción del momento, los funcionarios y trabajadores de la salud parecieron olvidar el distanciamiento social al posar frente al lente.

Sin embargo, no fue ese el motivo de crítica en un posteo de Allende en sus redes, en donde despotricó contra “La foto del circovid”. “Claro está el gran trabajo y esfuerzo del personal sanitario. Claro está la gran noticia que son las vacunas. Claro está que llegan a cuenta gotas, y hoy esenciales todavía esperan. Como docentes, choferes, personas con discapacidad o personal funerario. También lo que está claro, es el oportunismo político y esa “necesidad” de posar para la foto, cuando ni 3000 personas cuentan con las dos dosis. Cuando todas las semanas hay paro en los hospitales, en salud pública las enfermeras cobran becas precarias, y los médicos no dan más” señaló la edil en su publicación.

Extrañamente, en una semana, surgieron varios motivos para criticar a la gestión municipal de la campaña de vacunación, incluyendo además funciones que corresponden al gobierno provincial. Aunque la campaña en sí no haya sufrido ninguna modificación desde el pasado miércoles 28 de abril.

El vacunado número 10 mil le dio posibilidades de oportunismo político al oficialismo para posar para la foto y también a la concejala opositora, para alzarse en críticas etiquetando a los medios de comunicación locales en busca de mayor vidriera.