Desde su primera edición a la fecha, por las páginas de Sumario ya pasaron, tres pontífices, diez presidentes, tres gobernadores y ocho intendentes.

Para un medio gráfico. cumplir un año más de contacto con sus lectores siempre es una celebración especial. Sin embargo, hacerlo en plena era digital y habiendo dejado atrás a 2020 constituye un fuerte motivo adicional.

Es que, lamentablemente, desde hace casi un año, Sumario volvió a ser el único periódico local que sigue presente en los puestos de venta de diarios y revistas de la ciudad. En estos 24 años, cuesta encontrar períodos en que Sumario fuera la única opción, casi siempre hubieron otras, independientemente de que resultaran efímeros intentos o fuertes apuestas editoriales.

Erróneamente podría pensarse que el haber logrado sostener la edición impresa es mérito exclusivo de esta empresa cooperativa, pero no es así.

La gráfica es la única opción comunicacional que no invade, que no se mete de prepo en las casas. Por el contrario, requiere del acto de voluntad del lector que la elige, va hasta el kiosco y, además, paga el precio de tapa. Esa voluntad de los lectores es la que sostuvo y sostiene a Sumario en la calle.

En estos 24 años, Sumario atravesó muchas etapas, con marchas y contramarchas. De quincenal a semanal, de impresión en blanco y negro a todo color, de micropyme a cooperativa de trabajadores, de periódico de noticias a su actual versión mensual, que relegó la tarea informativa en este portal y en Siempre Radio 93·3 FM, para convertirse en la pausa frente al vértigo histérico que lleva a la desinformación. El espacio para la indagación, el análisis, la interpretación y la investigación que no merece ser mutilada en mínimos caracteres.