El periodismo ha muerto. ¡Viva el periodismo!

Este viernes 4 de marzo se cumplen 25 años de la aparición del primer número de Sumario. Los mil ejemplares de 16 páginas impresos en blanco y negro sobre papel diario, ganaron la calle aquel tibio martes de 1997.

El emprendimiento surgió en un contexto ampliamente desfavorable. Todas las variables indicaban que nacía condenado al fracaso y sólo contaba con una única y remota posibilidad de éxito.

Los "años felices" del menemismo habían quedado atrás. El "1 a 1" crujía y Argentina enfrentaba la dura recesión económica que aquel año condenó a la desocupación al 18 por ciento de la población. En Alta Gracia, las indemnizaciones de los despedidos de Renault se transformaron en remises en los que circulaban la desesperación y la esperanza de la salvación individual. Otros trabajadores expulsados del sistema productivo montaron el kiosco o la despensa en el barrio. Todos duraron muy poco y la protesta social estalló con toda su crudeza.

1997 - Protesta frente al edificio municipal. (Foto: Jorge Conalbi Anzorena - Archivo Sumario)

También Sumario fue hijo de aquella situación social y económica. Varios medios de comunicación de Córdoba habían cerrado o atravesaban durísimas crisis: los diarios Córdoba, Perfil, Página/12 Córdoba, Comercio & Justicia,  la radio LV2... también entre los trabajadores de prensa el desempleo era alarmante.

1997 - Desalojo de familias sin hogar que se habían refugiado en el abandonado Sierras Hotel. (Foto: Jorge Conalbi Anzorena - Archivo Sumario)

Y también el capital inicial de Sumario provino de una indemnización pagada por una empresa periodística que cerró sus puertas. No alcanzaba para cumplir la recomendación de sostenerlo a pérdida durante los dos años que el periodismo gráfico necesitaba para instalarse en una comunidad. Pero fue suficiente para adquirir una PC, el escaner, la impresora láser (la cámara fotográfica era prestada) y poder pagar tres ediciones, con 15 días entre una y otra. Es decir, en apenas un mes y medio, el naciente periódico debía alcanzar con la venta de ejemplares el punto de equilibrio que le permitiera la sustentabilidad. Ganar en tiempo récord la preferencia de los consumidores de medios gráficos de Alta Gracia, era la única y remota posibilidad de éxito.

1997 - Detención del dirigente social Humberto "Tito" Rivarola, por montar una olla popular frente al edifico municipal. (Foto: Jorge Conalbi Anzorena - Archivo Sumario)

El 25 de enero de 1997, apenas 38 días antes de la aparición del primer número de Sumario, fue secuestrado, torturado y  asesinado en Pinamar el fotógrafo José Luis Cabezas. El crimen del reportero de la revista Noticias sacudió al país.

1997 - NO SE OLVIDEN DE CABEZAS. La campaña por el esclarecimiento del asesinato del fotoperiodista.

El periodismo argentino atravesaba una época dorada, en especial el periodismo de investigación. El proceso de concentración económica en las empresas de medios, aún no afectaba la credibilidad de la prensa. La ciudadanía demandaba que los periodistas asumieran el rol que fiscales y jueces no practican. Sin necesidad de ocupar espacios de otros oficios o profesiones, hacer periodismo constituyó el objetivo original de Sumario.

Durante los años siguientes se profundizaron los vínculos de las grandes empresas de medios con el capital financiero concentrado. La diversificación de negocios de estos grupos expuso con morbosidad las operaciones de prensa y participación en conspiraciones políticas, judiciales y empresarias.

Por otra parte, la irrupción de las redes sociales y el desarrollo de las tecnologías digitales, viene llevando a varios especialistas en comunicación social a sostener que "el periodismo ha muerto".

Las tecnologías digitales, lejos de cumplir con el paradigma "democratizador" prometido, constituyen cada vez con mayor virulencia el escenario fértil para la desinformación y la manipulación masiva. Quizá Cambridge Analytic constituya el más claro ejemplo.

La foto de un choque no es la noticia de un accidente. No importa cuánto se la viralice. El vértigo histérico de la información en tiempo real o instantánea, lejos de matar al periodismo, lo obliga a transformarse. Del superperiodista que devela secretos bien guardados, se avanzó a la interacción de los medios con sus audiencias, a la participación de los prosumidores de contenidos.

Y en pleno apogeo de las redes sociales, fue un consorcio de periodistas el que puso al descubierto los Papeles de Panamá y Pandora. Más recientemente, las víctimas de Shimon Hayut -conocido como "El estafador de Tinder" en el documental de Netflix- encontraron una pizca de justicia gracias a la investigación de un diario.

En estos 25 años, Sumario emprendió  -con las limitaciones propias de un medio regional- la reconversión del oficio. En el camino sumó a la Siempre Radio 93·3 FM y a este portal de noticias. En 2008, fue un trabajo de investigación el que permitió poner a la luz la hasta entonces desconocida historia de Hugo Pavón, el único desaparecido de Alta Gracia que fue secuestrado en la ciudad. Y en 2019, fue la interacción con sus audiencias la que ayudó a este medio a aportar reveladores testimonios, que resultaron fundamentales en el juicio a algunos de sus secuestradores.

Se dice que la serpiente es el símbolo de la sabiduría, porque es capaz de cambiar su piel sin cambiar su esencia. Así como aquel pecado original de hace 25 años hizo que Sumario necesitara en tiempo récord la cantidad de lectores que le garantizaban su permanencia, su versión de siglo 21 requiere del compromiso activo de sus audiencias para agregar cada vez más calidad a su periodismo.

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