Zalazar le puso plazo al reclamo de solución

El Presidente Comunal de Anisacate -Ramón Zalazar- reclamó durante la mañana de del 26 de julio que el problema del arroyo Chicaltontina sea incluido entre los temas que negociaban la Municipalidad de Alta Gracia y la cooperativa a cargo del servicio de agua y cloacas de la ciudad, Cosag. Zalazar no descartó recurrir a la justicia, si antes de fin de año no recibe una solución al problema ambiental. El administrador condujo a un grupo de periodistas la zona del arroyo Chicaltontina donde un desemboca el afluente nacido en un caño de la laguna sanitaria. Un agua completamente verde oscuro ingresa al caudal del arroyo, en tanto un nauseabundo olor se percibe desde 500 metros antes de llegar a la zona. “Este podría ser un espacio destinado a actividades recreativas, y de hecho podrían disfrutarlo quienes participan de las competencias que se realizan en el circuito para las carreras de motos”, ubicado a metros del arroyo. “Pero de esta forma es imposible”, dijo Zalazar. Unos 500 metros de una suerte de mini arroyo conduce un espeso líquido verde oscuro desde un caño que sale de la laguna sanitaria, hasta que desemboca en el Chicaltontina, que a su vez, muere en el Río Anisacate. En el lugar, a simple vista se advierte la fuerte diferencia de color en el agua del arroyo –que aunque tiene contaminación es trasparente- y el caudal verde que inmediatamente trasforma su aspecto. “A este afluente le llamamos el zoretidina”, ironizó el jefe comunal. “Acá llegan los afluentes cloacales de la ciudad de Alta Gracia, donde se han hecho varias obras de cloacas en los barrios en los últimos tiempos, lo que mejora la situación de las aguas subterráneas, pero empeora la de las superficiales. Acá no crece ningún pescado, ni una mojarrita, ni nada. Antes los chicos de la recta de Villa Montenegro venían, hoy nadie puede bañarse acá. Justamente en toda la zona comenzó a sentirse nuevamente el olor de las cloacas”, se quejó el jefe comunal. El año pasado, Zalazar mantuvo fuertes cruces verbales con las autoridades municipales de Alta Gracia, que incluso le recriminaron que esta localidad no tiene cloacas. “Acá no se trata de chicanas, sino de encontrar una solución, porque queremos y tenemos derecho a disfrutar del arroyo con fines turísticos y recreativos, como lo hace Alta Gracia”, dijo.