Los motores de las turbinas de los aviones se apagaron al aterrizar. Los cargamentos de dosis de vacunas por miles y millones llegaron justo a tiempo. También por vía aérea viajó la variante Delta, más contagiosa que las anteriores cepas del coronavirus covid-19. 

En la provincia de Córdoba, su propagación comenzó a fines de julio de este año. Las medidas de aislamiento a contactos estrechos y contactos de esos contactos impidieron que muy pronto esa variante se convirtiera en predominante o adquiriera una gran circulación comunitaria. Al mismo tiempo, la campaña de vacunación se expandió mucho más rápido que el virus. La mayoría de la población adulta estaba inmunizada al menos con una dosis cuando comenzaron los primeros brotes en localidades del norte cordobés o Calamuchita.

En Alta Gracia, el primer caso se detectó cuando las vacunas ya estaban haciendo efecto en niños de tres años en adelante. Personas que viajaron al extranjero o a otras provincias de Argentina fueron quienes se infectaron. El cumplimiento de las medidas de aislamiento fue fundamental para evitar que se propague a más pacientes. Pero la inoculación masiva también aportó su factor determinante.

Hasta este viernes, la ciudad había registrado un total de 13 casos de variante Delta. Sobre los 27 casos activos, constituyen casi un 50 por ciento de la totalidad de los contagios. Sin embargo, no hay ninguna persona internada. Todos los pacientes que tienen covid en Alta Gracia se encuentran en buen estado de salud, sin necesidad de ser asistidos en un centro médico.

La enorme campaña de vacunación es la explicación para que, a la llegada de la versión más complicada del virus, Alta Gracia -así como la provincia y el país- se encuentre en el mejor momento de tránsito de la pandemia luego de más de un año.