Emilio Drazile dejaría su cargo en los próximos meses

EDICIÓN IMPRESA

Sociedad16 de febrero de 2018 Diario Sumario
(Alta Gracia; de nuestra redacción) El fiscal Emilio Drazile se jubilaría en los próximos meses, dejando vacante su lugar al frente de una de las dos fiscalías de Alta Gracia, que quedará por el momento en manos de Alejandro Peralta Otonello hastatanto se incorpore su reemplazo.
Si bien es sabido que Drazile se encuentra hasta el 8 de marzo de licencia por "compensación de feria”, debido a que se le adeudaban varios días, lo cierto es que una vez concluido dicho periodo el magistrado no regresaría a sus labores.

Consultado por este medio al respecto, Drazile no confirmó ni negó la información. Sin embargo, fuentes cercanas a la fiscalía donde se desempeña actualmente señalaron que "es seguro que después que termine su licencia no regrese a sus tareas y se acoja a los beneficios de la jubilación, ya que se encuentra en edad de hacerlo, por lo que esa fiscalía quedaría vacante hasta en tanto se consiga otro fiscal”.

Por el momento, todos los casos que habían recaído en su turno durante la feria, están a cargo del fiscal Alejandro Peralta Otonello. Entre ellos se destacan, dos casos de violencia de género, uno en Alta Gracia y otro en Villa Ciudad América, y el abuso sexual de una niña de 13 años.

Sus comienzos
Drazileinició su carrera en 1977, durante la dictadura militar, en los tribunales de la ciudad de Córdoba, donde ingresó como empleado del gremio de judiciales, por entonces intervenido.
En 1990, Drazile fue nombrado fiscal de Corral de Bustos, ciudad ubicada al sur de Córdoba, conocida como el "El Triángulo de la Bermudas”.

Su nombramiento lo dispuso Eduardo Capdevila, por entonces ministro de Gobierno de Eduardo César Angeloz, luego de que en 1989 se produjera en Corral de Bustos una serie de manifestaciones populares contra la pasividad judicial que había permitido un crecimiento imparable de delito. Capdevila decidió crear un tribunal en esa ciudad y poner al frente a Drazile.

Estando Drazile a cargo de la fiscalía de Corral de Bustos, debió enfrentar casi una veintena de muertes de etiología dudosa. Financieras clandestinas, piratas del asfalto, pistas clandestinas, y tráfico de drogas, hacían de la localidad del suroeste de Córdoba un verdadero polvorín.

Pueblada en Corral de Bustos
En 2004, alertados por la delicada situación que atravesaba el tribunal de Corral de Bustos, el ministerio público fiscal decidió hacer un enroque: Envió a Drazile a ocupar la fiscalía de Alta Gracia, que hasta entonces estaba cargo del fiscal RaúlMoll, quien por ese entonces atravesaba una gestión complicada. El altagraciense pasó a ocupar la fiscalía de Corral de Bustos
Si la cosa estaba complicada en Alta Gracia, no menos lo estaba en Corral de Bustos, donde el 4 diciembre del 2006 -al igual que en 1989- debido a la parálisis judicial y el auge del delito, el homicidio de una niña de tres años desató la tormenta: unos dos mil vecinos de esa localidad encabezaron una famosa revuelta popular que acabó con la quema de los tribunales.

Casos resonantes 
Durante los casi 14 años al frente de la Fiscalía de Alta Gracia, Emilio Drazile mantuvo aceitadas relaciones con las instituciones de la ciudad, y fue un impulsor de la participación de los magistrados judiciales en instancias de trabajo interdisciplinario, como los diferentes consejos de seguridad que integró.

El Fiscal tuvo la responsabilidad de actuar en casos resonantes, como el crimen del cura Luis Jesús Cortés, el 31 de agosto de 2015. La investigación comandada por Drazile determinó que Edgar "Pinguchi” Díaz había sido el culpable. El joven de 26 años fue condenado a cadena perpetua.

En 2009, en un confuso episodio Cristian Ariza recibió un disparo en la cabeza cuando estaba con su amigo Juan Molinari y su pareja. Molinari fue detenido y días después, se suicidó en la Comisaría de Alta Gracia.

El fiscal de los suicidios
Gran parte de la notoriedad que Drazile cosechó puertas afuera de Alta Gracia se debió a suicidios en el marco de resonantes denuncias.

A fines del 2006 la oficial de policía Karin Paola González apareció muerta en su casa de Alta Gracia. A su defunción -al igual que las de Juan Alós y Jorge Suau-, Drazile la caratuló como suicidio. Hasta el día de hoy, sus padres Ramón Alberto González y Dominga Fermina Pérez lo rechazan y denuncian irregularidades en la causa.

En mayo de 2009, el policía retirado Juan Manuel Villalba apareció muerto, con un tiro en la cabeza, en un camino paralelo a la ruta C-45, cerca de donde murió Suau. Este último asesinato, Drazile lo atribuyó a la joven esposa del policía, con quien recientemente se había casado, y estaba viviendo.

Luego, en 2013, el caso de la confusa muerte del policía Juan Alós ocurrida en septiembre de ese año, fue sin dudas, uno de los hechos más resonantes de Córdoba, que no sólo hizo tambalear el sistema policial, sino también el político de la provincia y de un pedido de juicio por mal desempeño contra Drazile. En 2017, la Justicia federal ratificó la actuación del funcionario en la investigación y archivó los pedidos de destitución que pesaban sobre Drazile.

El fiscal fue sobreseído por el juez federal Ricardo Bustos Fierro. Ese fallo generó un sinnúmero de opiniones encontradas al respecto. Es importante señalar que la sentencia -que aún no está firme- generó en el plano político la desestimación de los pedidos de destitución que existían en contra de Drazile en la Legislatura provincial.

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