En las distintas actividades que protagoniza en su campaña hacia el 25 de junio, Martín Llaryora va trabajando su perfil -en el que el discurso de cambio le gana al de continuidad- para el próximo período de gobierno en la provincia de Córdoba. 

Ya sea que se reúna con empresarios y profesionales, con cooperativas y mutuales, con productores industriales y agropecuarios, emprendedores o con los más de 200 de intendentes que acompañan a la coalición Hacemos Juntos Por Córdoba, el candidato insiste en la importancia de “actualizar la gestión con ideas nuevas, creativas e innovadoras, pensando en las necesidades del futuro, pero sin cambiar el eje que el Gobierno provincial ha llevado adelante hasta ahora”.

“Quien asume la responsabilidad de gobernar cualquier estamento del Estado, no debe creer que tiene que fundar nuevamente aquello que la sociedad puso en sus manos para gobernar”, ha dicho Llaryora en este sentido.

Y agrega: “Lo más importante a tener cuenta es que los buenos gobiernos son los que saben cuidar y continuar las políticas públicas positivas de la gestión que los precedió, mejorar lo que no está del todo bien, cambiar lo que está mal y enfrentar el desafío de darse cuenta de que lo que tenemos enfrente es el futuro”.

En este sentido, reivindicó las gestiones de Juan Schiaretti, continuadoras del camino iniciado por José Manuel de la Sota; también del Programa Paicor, creado por el gobernador radical Eduardo César Angeloz y la obra de Rubén Américo Martí en la ciudad de Córdoba.

Hablando de lo que se viene para la provincia, Martín Llaryora ya ha manifestado que bajo su gestión Córdoba irá hacia las llamadas reformas de “segunda generación”, con perspectiva ambiental y con el foco puesto en la economía circular, en la economía del conocimiento. Un adelanto de esto se vio con la habilitación del nuevo sistema de generación de energía renovable a partir de biogás, ubicado en la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande. 

Llaryora remarca la urgencia de mirar los cambios que en distintos planos y en los últimos tiempos se están produciendo en el mundo. “Nosotros, con inteligencia y capacidad de innovación, deberemos aplicar políticas que estén a la altura de este momento”, resalta.

“Creo y confío en el trabajo en equipo, soy un hombre de equipos”, es otra de las ideas que se escucha repetir al actual intendente de la Capital en los encuentros que encabeza. Y dice, hablando en plural: “En Córdoba, y también en el resto del país, todos saben que cuando nosotros gobernamos hay obras y progreso en cada uno de los pueblos, parajes y ciudades de nuestra provincia”. 

Esa pluralidad debe incluir “la capacidad y la experiencia de todos juntos: sector público y sector privado sentados en una misma mesa para trazar el futuro de Córdoba y los cordobeses”. “El Estado no debe ser una mochila para los que trabajan, producen, enseñan, investigan, invierten. Debe ser un socio activo, solidario, moderno, creativo e innovador del sector privado”, afirma el candidato. 

“Los cordobeses tienen claro que en esta elección no se trata de una ‛necesidad de cambio’, como a veces se quiere instalar desde Buenos Aires. Se trata de lograr una renovación que garantice la estabilidad de la provincia, y que asegure mejorar lo logrado, sin sobresaltos. Esto Martín lo sabe bien, por eso en su discurso defiende todo lo hecho hasta hoy sin dejar de atender las necesidades del futuro”, comentan cerca de Llaryora.