Unas 300 familias víctimas de la crisis automotriz

Más de 300 familias de Alta Gracia cuyos jefes de hogar se desempeñan en distintas empresas o subsidiarias de la industria automotriz, entre las que se cuenta a Renault, Fiat, Volskwagen e Iveco, entre otras, ya sienten el golpe que la crisis mundial aplica en esta actividad y en la comercial. Justificándose en haber frenado con una negociación, un número de 300 de las 600 cesantías que pretendían Renault, fue el propio Smata (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor) el que, como si se tratara de un vocero empresarial, salió a difundir medidas que incluyen no renovación de contratos, suspensiones, adelantos de vacaciones y supresión de horas extras, entre otras. A esta situación se le debe sumar la preocupación por algunos despidos que han comenzado a producirse en comercios locales. En esta dirección, Omar Godoy, titular del Sindicato de Empleados de Comercio de Alta Gracia, confirmó a Nuevo Sumario que el “Grupo Bazar” - que controla buena parte de los locales comerciales que las firmas "Megatone" y "Confina" posee en distintos puntos del país, ya despidió a siete de sus empleados en esta ciudad. En otro orden, existe asimismo incertidumbre con respecto al futuro de los empleados de la sucursal local del Banco Bisel, que fue absorbido por Macro junto al Banco Suquía. Los clientes del Bisel ya fueron informados a mediados de octubre sobre el cierre de la entidad. Oscuro panorama “La crisis hizo retrotraer la venta de automóviles, ya no se están vendiendo autos como se venía haciendo y había que adecuar la producción a las ventas. Renault quería desafectar a 600 operarios y el gremio logró que fuese sólo la mitad, para asegurar fuentes de trabajo. Se pactó además el pago del 70 por ciento del sueldo a los suspendidos”, señaló al diario José Olacireghi, titular del gremio en Alta Gracia. “Creo que las medidas han sido muy apresuradas y tendrán un gran impacto social en la población afectada, en especial si pensamos que todo indica que la crisis se profundizará en 2009”, dijo Carlos Maranghelo, un operario que ya tiene 22 años en Renault y forma parte de los 200 suspendidos por la empresa que cobrarán poco más de la mitad de sus haberes. De los 1000 empleados suspendidos recientemente por Renault, 200 viven en Alta Gracia. Entre los 300 contratos no re-novados a los que se hace referencia, 50 son trabajadores de esta ciudad. Según datos del propio sindicato, la empresa Papsa, que fábrica asientos para autos, también suspendió a 40 obreros , todos serían de Alta Gracia. A unos 40 de Fiat, también residentes en esta zona, se les adelantarán las vacaciones y se habla de que regresarían el 5 de enero a sus puestos. En un intento por poner al menos un paño de agua fría en la frente de los más perjudicados, el concejal Fabio Iznardo propone desde el bloque Socialismo- Ari, un proyecto de ordenanza que contemple un “diferimiento impositivo a los ciudadanos de Alta Gracia que hayan sido afectados por la crisis automotriz vigente”.