El viejo anhelo de una ciudad conectada

Una mujer camina frente al Reloj Público, se dispone a cruzar hacia la Plaza Solares y la aborda un matrimonio de turistas. “Disculpame, ¿sabés cómo podemos ir al Museo del Che?” le pregunta el hombre. Ella asiente con la cabeza y piensa un momento: “Tienen que hacer una cuadra, hasta la esquina, giran a la derecha, bordeando el tajamar y en la primera doblan a la izquierda, haciendo una subida pronunciada… van a seguir… una… dos… tres cuadras por ahí y doblan a la derecha, bordean el Sierras Hotel por atrás, pasan una plazoleta y en la cuadra siguiente doblan a la izquierda, esa es Avellaneda, siguen derecho unas cuatro cuadras hasta llegar al Museo” explica finalmente. Los turistas la observan con el ceño fruncido, tratando de recordar cada uno de los rodeos. Agradecen y se suben al auto. La mujer continúa su camino. No cree que lleguen sin detenerse a preguntarle a alguien más una nueva indicación en las quince cuadras que les faltan para su destino.

El canal ferroviario, el Sierras Hotel, el arroyo Chicamtoltina, el Parque García Lorca… varios son los espacios que dividen la ciudad y que para recorrer poca distancia obligan a realizar un rodeo que duplica o en ocasiones triplica el trayecto. Una ciudad conectada, con fácil acceso de un lado y otro, con vías que unan los distintos barrios es un anhelo de Alta Gracia desde hace mucho tiempo. El pasado 1º de marzo, Marcos Torres Lima anunció dos medidas que simplificarían y reducirían los tiempos de traslado en vehículos o transporte urbano en la ciudad: por un lado, la revisión del POUT, que ya lleva en agenda muchos años sin concretarse y por otro, la apertura de calles y conexiones entre el Puente Verde y el Puente Negro en barrio Villa Oviedo. 
“La zona sur de la ciudad ha crecido en forma considerable y nuestro tan significativo Puente Verde (conocido también como el Puente del Matadero) ya no es suficiente para el tránsito actual y es por ello, que hemos realizado junto a nuestros ingenieros y arquitectos un importante proyecto para conectar la calle Luppi con la calle Liniers, pasando por el Puente Negro, logrando así que los barrios Sur, Villa Oviedo, General Bustos y Liniers queden interconectados” expresaba Torres Lima al inaugurar las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante. 

Cabe destacar que desde que en 2005 se asfaltó la ruta que une Alta Gracia con Villa La Bolsa, el tránsito en ese ingreso a la ciudad se intensificó muchísimo. En los últimos veranos, hubo congestionamiento de vehículos, principalmente los fines de semana al caer la noche, cuando los veraneantes regresaban del río y las localidades de Calamuchita. Además, cada vez son más los colectivos, incluso de larga distancia, que desde la Terminal de Ómnibus transitan por calles Catamarca y Cervantes para ir hacia la ruta 5. La creación de un acceso sur de las características del resto de los ingresos de la ciudad es una necesidad desde hace ya una década.