Vecinos de Anisacate frenaron extracción de áridos en el río

(Anisacate y Despeñaderos; de nuestra redacción) Alarmados por la extracción de áridos en las costas del río, un grupo de vecinos de Anisacate motorizó una denuncia que frenó los trabajos. Ahora, conviven con la amenaza de la temporada de lluvias.

La obra fue autorizada por la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia de Córdoba por la vía de excepción, para la localidad de Despeñaderos, con aviso a la Municipalidad de Anisacate. El documento, sin argumentaciones, explicita: "La presente autorización es con carácter de excepción por estar vigente la Resolución Nº 709/94”, que prohíbe la extracción de áridos en márgenes de ríos susceptibles a inundaciones. Los plazos para trabajar se fijaron del 4 de mayo al 4 de noviembre de 2017; se permite la limpieza y remoción de áridos e indica precauciones para que tal actividad no afecte el paisaje, ni cause daño a las márgenes. La Nota Nº 308287024-115, firmada por el Director General de Recursos Hídricos, Juan Pablo Brarda, el 27 de abril de este año, menciona la existencia de un proyecto concreto destinado a prevenir desastres naturales en el río Anisacate; incluso deja claro que "ante posibles daños en las zonas a trabajar la responsabilidad será única y exclusivamente de Despeñaderos”.

A cargo de los trabajos de extracción de áridos quedó la empresa Canteras Defensa SA. Los 130 vecinos de ambos barrios pidieron explicaciones al Secretario de Obras y Servicios Públicos de la Anisacate, Matías Bupo, quien les remarcó que "es una orden del gobierno provincial y el Municipio no tiene injerencia”.

Una seguidilla de reuniones con funcionarios municipales y provinciales, llevó a la explicación brindada por el geólogo Gustavo García Vieyra, de la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia. Según los vecinos, el profesional les dijo que el trabajo consta de dos etapas: "limpiar el río de sus islotes, extraer áridos, acopiarlos, y llevárselos a la localidad de Despeñaderos cuando puedan seleccionarlos”. Luego de la temporada de lluvias, construirían las defensas en la costa para evitar los derrumbes. Ante la consulta de quién tiene la responsabilidad para ejecutar la obra, García Vieyra había respondido: "los detalles no están a cargo de Recursos Hídricos, sino que es algo decidido por la empresa ejecutora, y desconozco más información”.

La definición abrió paso a la denuncia y Policía Ambiental de la Provincia ordenó paralizar los trabajos.

Explicación oficial

Bupo le dijo a este medio que solo se trabajaron cuatro o cinco días: "No se extrajo ni una camionada de áridos”, aseguró. En ese marco, alude a que "el trabajo no tenía nada que ver con la extracción de áridos sino con el ensanchamiento del cauce para aumentar la capacidad hidráulica del río, esa limpieza iba a ser clasificada y de ahí se iban a sacar áridos para la obra en Despeñaderos, como solicitó la Provincia. Pero no hubo muy buena aceptación de los vecinos, así que veremos el año que viene cómo lo reencausamos”.

A su vez en diálogo con Sumario, el diario de los viernes, Carlos Adán -Secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de Despeñaderos- remarcó no poder comentar mucho ya que no se encontraba al tanto, pero indicó que "en su momento se sacó arena de allí”. El funcionario insistió en que "lo que se hizo es obedece a un convenio con la Provincia”.

Las consecuencias de la intervención

Jorge Nicolás Reynoso es geógrafo y autor de la tesis "Análisis y evaluación del Riesgo a Inundaciones en las localidades de Costa Azul y Dique Chico, Córdoba, Argentina. Propuestas para su gestión”.

Reynoso fue fuente de argumentación para los vecinos de Anisacate. En diálogo con Sumario, el diario de los viernes, indicó: "Cualquier intervención sobre el cauce del río puede traer consecuencias negativas, ya que gran parte de Costa Azul y Los Talas está bajo un riesgo muy alto de sufrir inundación. Entonces toda la práctica que se pretende hacer sobre el cauce aumentaría mucho más ese riesgo. Este sería el caso de la extracción de áridos, porque eso aumentaría la velocidad del flujo del agua y ante una crecida aumentaría el poder erosivo en las barrancas”.

El profesional agregó: "El riesgo hídrico no está compuesto sólo por la variable natural constituida por la amenaza del rio, sino que cuando uno habla del riesgo tiene que aludir también a cuestiones sociales. Entonces cualquier intervención no planificada o no justificada agravaría la situación de Costa Azul”.