Se entregó el camionero acusado de atropellar y matar a una mujer

Policiales20 de febrero de 2009 Diario Sumario
Se trata de Víctor Sandoval de 23 años, de nacionalidad boliviana, quien en horas de la tarde noche del jueves 19, decidió entregarse a la policía, prácticamente acorralado por los investigadores del caso. “Luego haber hecho toda una negociación extensa logramos que el supuesto autor del homicidio de la mujer que ocurrió en el camino de Falda del Carmen se entregará, y ya se encuentra a disposición de la justicia”, informó el Comisario Walter Forsgerg, minutos después de la detención. Además, el funcionario policial manifestó que el joven, “se mostraba evidentemente arrepentido por lo que paso. Estaba muy conmovido, acongojado e incluso todo un cuadro familiar de llantos, pero ya entregado el muchacho sabiendo que tenia que afrontar toda esta situación judicial”. Sandoval, que se encuentra radicado en el país desde el año 2006, permanecerá alojado en la comisaría de Alta Gracia a disposición de la justicia local, y sería inminente su imputación de homicidio culposo. El accidente y el escape Claudia Catalina Castellani (43), encontró la muerte en forma repentina al ser atropellada por un camión el sábado 14 a las 8.30, cuando caminaba rumbo a su trabajo por la ruta C-45 Norte, en cercanías de Falda del Carmen y Alta Gracia a la altura de Valle Alegre. Al parecer, la víctima transitaba con sentido sur-norte por la misma mano que el camión pero en sentido contrario. Por causas que son motivo de investigación, el rodado mayor se habría salido de la carpeta asfáltica e impactado contra el cuerpo de Castellani, que quedo tendido a la vera de la ruta. El conductor huyó raudamente del lugar, sin dejar pista alguna. Transcurridos tres días del accidente, la policía logró dar con el nombre de Víctor Sandoval, de 23 años, de nacionalidad boliviana, quien se convirtió en el principal sospechoso. Esto se consiguió tras una trabajosa investigación, que abarcó la recolección de una gran cantidad de testimonios, como así también el estudio de una filmación obtenida de una cámara de seguridad de una estancia cercana al lugar del accidente, que registró imágenes del tráfico de la ruta. El video reveló que a la hora en que ocurrió el suceso, por ese lugar solamente había transitado un camión Ford modelo 350, color blanco -y no rojo como se presumía en un principio-, y que en su interior viajaban dos personas. A esto se sumó el testimonio de un adolescente que manifestó que el conductor tenia rasgos norteños. Durante los primeros minutos del miércoles 18, los investigadores irrumpieron en un campo ubicado sobre la ruta E-56, en los alrededores de La Quintana y a 1 kilómetro campo adentro. Pero al allanar el lugar, solamente lograron encontrar el camión, que se hallaba escondido entre las malezas, ya que su conductor habría huido junto a su esposa y un hijo con rumbo a Bolivia. A raíz de esto, el fiscal de instrucción de Alta Gracia, Emilio Drazile, dictaminó la captura internacional para Sandoval, sospechado de ser el conductor de un camión que se dio a la fuga luego de atropellar y matar a la mujer. “El camión se encontraba escondido detrás de una construcción, entre unos yuyales ”, confirmó una alta fuente policial. Y agregó que “el mismo tenía rastros y manchas que podrían ser de sangre y lo vincularían directamente con el accidente. Además, un sobrino del sospechoso confesó que viajaba en el camión”. Sandoval, junto a su familia y otras personas, alquilaba desde hacia un par de años ese campo para cultivar verduras, que comercializaba en el Mercado San Miguel, ubicado en Malagueño, y en Alta Gracia. Dolor y conmoción en Bº Virrey Oeste La muerte de Claudia Castellani dejó un hogar desolado y conmocionó a la comunidad. Vecinos y allegados brindaron a Nuevo Sumario sus testimonios en recuerdo de la mujer fallecida. La tragedia que hace apenas una semana, le arrebató la vida a Claudia Castellani, de 43 años, dejó un abismo de desolación no sólo en su hogar, sino además en una comunidad barrial en los que, según todos los testimonios de conocidos y allegados, ella era alma y motor permanente. Todos esperan que la justicia dé con quien fue capaz de huir tras haber provocado el gravísimo accidente. Madre de dos hijos adolescentes Carla y Gabriel, todos la describen como un ser entusiasta e inquieto, siempre ocupado y atento por participar en cuanta actividad hubiera. Cuentan que había hecho el secundario en el Colegio de la Misericordia y que se anotaba en cuanto curso o taller aparecía por ahí. El año pasado había cursado ya el primer año de la Escuela de Turismo José Ferrari y se disponía a continuar esa carrera. Vivía con su esposo y sus hijos en la calle Bahía Blanca, de Parque Virrey Oeste, desde hacía casi diez años. Todos coinciden en que iba a uno de sus trabajos en cercanías de Falda del Carmen, la lúgubre mañana en que la fatalidad se le cruzó en la ruta. Un corazón lleno de luz “Ella vivía para su familia a la que adoraba, pero también estaba permanentemente viendo lo que necesitaban los vecinos. Era muy buscavidas, siempre estaba viendo que más podía hacer y trabajaba en lo que fuera con mucho entusiasmo. Una persona muy creyente, muy católica, para el tiempo de la navidad solía ir por las casas llevando la imagen del niñito Jesús. A todos nos conmocionó la muerte de Claudia”, contaba Laura Alara, una de sus vecinas. “Nosotros tuvimos contacto con ella hace muy poco, durante la Fiesta de Colectividades, porque trabajó en la carpa del Centro Español ese tiempo. Nos reímos mucho juntas, era una mujer muy suave, muy tierna. Creo que estuvo o estaba dando catequesis en Barrio Sabattini, en la Medalla Milagrosa. Fue poco tiempo el que compartimos pero suficiente para ver su alegría de vivir”, decía otra conocida. “Estaba estudiando en la Escuela de Turismo, había terminado el primer año y sé que tenía muchísimos proyectos porque era una mujer muy activa”, comentaba Liliana R. “Claudia era una persona tan buena, pero además una verdadera luchadora, buena madre, buena vecina, generosa y solidaria. En todo lo que se necesitaba ella estaba, en este barrio fue ella la que se movilizó en la búsqueda de firmas para que trajeran el gas, siempre estaba dispuesta a participar. Verdaderamente era un corazón abierto, lleno de una luz que se nos apagó a todos de golpe. Ojalá se haga justicia”, reclamaba una vecina de la cuadra.
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