
El domingo de pascuas de 1987 la sociedad argentina protagonizó una de las mayores movilizaciones políticas de la historia contra el alzamiento militar carapintada. Para el autor de este artículo, se trató de una refundación del sistema.
Por estos días toda la sociedad fue partícipe, a través de los medios, del caso del asesinato de un joven, por parte de un grupo de adolescentes de su misma edad. La opinión pública pedía condena ejemplar, y parecía regocijarse con un futuro calamitoso para los culpables, como modo de equiparar el dolor de la familia de la víctima.
Otro caso, igualmente triste y horroroso fue el del asesinato de un niño, por parte de su madre biológica y la pareja de esta, también conmocionó y coincidentemente con el caso de Fernando Baez Sosa (qpd), despertó en la opinión pública el mayor de los deseos del mal hacia las culpables. La gente escuchó las declaraciones, repudió todo lo que dijeron, punto por punto, maldijo, y maldijo, otra vez, igual que antes, mejor que antes.
Es fácil ver cómo hablamos de dos casos que involucran, tristemente, a jóvenes y niños. Tanto víctimas como victimarios, son personas que deberían estar trabajando, terminando una carrera, pensando qué estudiar más adelante, pensando en invitar a salir a alguien, pensando en un gatito para adoptar, en qué querrían comer a la noche, a dónde querrían viajar cuando tengan un tiempito o cierto dinero. Es decir, deberían estar creando su futuro. Con más o menos dinero entre sí, todxs, y por distintas razones, disponían de un futuro que quedó trunco.
En Alta Gracia, al mismo tiempo en que una sentencia se dictaba con el beneplácito de toda la audiencia, y a días de la sentencia del otro caso que también espera fervorosa la audiencia, nos encontramos con la penosa noticia de que muere un escritor y dibujante, cuyo nombre es Oscar Salas y que tiene la particularidad de que trabajó durante toda su vida, para enriquecer la experiencia de niños y niñas. Hizo cuentos, historietas, novelas, trabajó codo a codo con maestras dictando talleres que según sus propias palabras, permitía incentivar la creatividad que los niños a medida de que iba(mos) creciendo, perdía(mos), a causa del miedo.
Toda la sociedad altagraciense le rinde homenaje como puede, notoriamente conmovida. Muchxs dicen recordar algo compartido en su infancia junto a Oscar, muchxs evocamos algún momento de risa o admiración que este artista nos ha provocado. Creemos que el trabajo de Oscar Salas nos interpela porque intenta construir momentos más agradables para la vida de las infancias y juventudes, y por lo tanto, para la vida de todos.
Nos preguntamos, desde el espacio que conformo y hablo también en nombre de la Comisión directiva de la Biblioteca Popular Sarmiento, y en nombre de toda la comunidad que de manera sincera pretende una sociedad más hospitalaria y más comprensiva, una sociedad que no se regocije con agregar más daño al daño que ya se ha provocado en las infancias y juventudes, si es posible hacernos cargo entre todos de mejorar. Si es posible hacer el trabajo diario, como hizo Oscar, de propiciar experiencias de expansión creativa en los otros, cuya finalidad no es otra que la de sostenernos entre todos en una vida que evite el daño y la saña y que sea agradable de vivir.
Creemos que es un compromiso que deberíamos poder asumir si de verdad deseamos que nuestros jóvenes no se maten, si de verdad deseamos que las noticias no sean motivo de provocarnos afectos tristes, si deseamos de verdad que las juventudes e infancias puedan asegurarse futuros fuera de la cárcel y fuera del daño y el dolor. Nos preguntamos, como homenaje también al trabajo de Oscar Salas, si es posible fomentar en los niñxs y jóvenes la creatividad para que la vida de ellxs sea digna de ser vivida. Desde este espacio, creemos que es posible e intentamos apostar a ello todos los días, y deseamos que el trabajo de Oscar, sirva de invitación para que esa apuesta se propague.
A manera de homenaje a Oscar, a su trabajo a esta apuesta de fomentar la cultura, la creatividad, la alegría y la ternura, invitamos a toda la sociedad a una muraleada frente a la Biblioteca, que tendrá sus dibujos de protagonistas, el día sábado 11 de febrero, por la mañana.
(*) Profesora de Filosofía.
Miembro de la Comisión Directiva de Biblioteca Popular Sarmiento. Alta Gracia, Córdoba.
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