EE.UU. inusual tormenta invernal amenaza varias ciudades

(EE.UU: ; SN con información de CNN)  Una gran tormenta invernal provocará fuertes nevadas, hielo peligroso, lluvias y tormentas eléctricas severas en más de 2.000 km de Estados Unidos durante el fin de semana y durante la semana que viene.

Hasta ahora, la nieve y el hielo en los dos tercios orientales del país se han limitado a los estados del norte. Pero esta tormenta romperá ese molde y traerá condiciones traicioneras a millones de personas desde las Llanuras hasta la Costa Este, incluso en zonas menos propensas al clima invernal.

Y donde hace demasiado calor para la nieve y el hielo, prodrían registrarse fuertes tormentas eléctricas, incluso en algunas de las mismas áreas que todavía se están recuperando de las tormentas mortales de diciembre.

Según el Índice de Gravedad de las Tormentas Invernales, se prevén importantes efectos de esta tormenta hasta el domingo en algunas zonas del centro de EE.UU., como “considerables perturbaciones de la vida cotidiana… condiciones de conducción peligrosas o imposibles y cierres generalizados”.

Todo empezará el sábado por la tarde, cuando la tormenta se desarrolle en las Llanuras, impulsada por una profunda oleada de aire húmedo que se desplaza hacia el norte desde el Golfo de México. Comenzará a extender nieve, lluvia y una mezcla de hielo sobre las Llanuras a última hora del día a medida que se fortalezca y expanda.

Desde allí se dirigirá hacia el este y extenderá una mezcla invernal hacia el valle del Mississippi y partes del Medio Oeste el domingo por la mañana. La tormenta se extenderá hacia el valle del Ohio y el sureste el domingo y hacia la costa este el domingo por la noche y el lunes.

Las regiones de mayor riesgo están claras, pero todavía es muy difícil determinar exactamente quiénes y en qué cantidad caerán la nieve, el hielo o la lluvia. Pequeños cambios en la trayectoria de la tormenta podrían cambiar por completo los resultados. Algunas zonas podrían empezar nevando, pero cambiar a una mezcla de hielo cuando entre aire más cálido, mientras que otras podrían empezar lloviendo o con una mezcla de hielo y cambiar gradualmente a nieve.

Esta tormenta será capaz de dejar más de 30 centímetros de nieve y suficiente hielo para dejar sin electricidad a la llegada de las temperaturas más frías de la temporada.

La nieve dejará sepultada algunas zonas
La tormenta dejará caer varios centímetros de nieve desde finales del sábado hasta el lunes en una franja que se extiende desde partes de Kansas y Nebraska hasta la costa este.

Los mayores totales de nieve se acumularán en las zonas más frías, probablemente en partes de Missouri, Illinois, Indiana, Ohio y Virginia Occidental. Los totales serán más bajos en las zonas donde el aire más cálido genera aguanieve y hielo en lugar de nieve.

St. Louis solo ha visto cuatro oportunidades en las que han caído más de 30 cm de nieve en un día: una hazaña que podría volver a suceder el domingo. Los totales de nieve podrían variar entre 2,5 cm a más de 30 en algunas partes de Missouri, dependiendo de la pista exacta de la tormenta. Este podría ser también el caso de los demás estados con mayores probabilidades de nieve.

A diferencia de otras tormentas de este invierno, Minnesota, Wisconsin, Michigan y el norte del estado de Nueva York podrían recibir poca o nada de nieve debido a la trayectoria más meridional de la tormenta. En Michigan y Nueva York es posible que se produzcan nevadas de efecto lago, ya que la dirección del viento cambiará antes y después de la tormenta.

Hielo peligroso
El mayor riesgo de hielo peligroso se establecerá justo al sur de las zonas más nevadas. Desde Kansas y Missouri hasta el centro de los Apalaches y, potencialmente, partes de Maryland y Delaware.

Viajar podría ser “casi imposible” en las zonas de mayor formación de hielo, múltiples oficinas del Servicio Meteorológico Nacional advirtió.

Las cantidades de hielo de 0,6 cm o más son posibles, especialmente en partes del sur de Missouri, el sur de Illinois, el sur de Indiana y casi todo Kentucky.

Cualquier cantidad de hielo es peligroso: solo una capa delgada de poco más de 2 mm puede convertir las superficies pavimentadas en pistas de patinaje, haciendo que la gente resbale y los vehículos se deslicen fuera de control.

Cuanto más grueso sea el hielo, peor será su impacto. El hielo grueso de 6 mm o más puede derribar árboles y tendidos eléctricos y romper ramas o tirar cables eléctricos. Las grandes cantidades de hielo también pueden inmovilizar completamente los viajes al hacer intransitables las carreteras.

Una tormenta de hielo que azotó el centro de EE.UU. en enero del año pasado dejó sin electricidad a miles de personas y descontroló a los equipos de primeros auxilios que trataban de llegar a la gente en apuros.

Los cortes de electricidad podrían generalizarse y durar mucho tiempo si se produce una helada importante y los equipos de restablecimiento de la electricidad no pueden circular por carreteras traicioneras. Esta situación podría ser peligrosa o potencialmente mortal para las personas sin acceso a la calefacción en el frío extremo que se avecina.

Tormentas dañinas y lluvias torrenciales
El lado sur, más cálido, de la tormenta extenderá la lluvia y algunas tormentas eléctricas sobre gran parte del sur. Algunas de estas tormentas podrían llegar a ser severas, especialmente el domingo por la tarde.

Según el Centro de Predicción de Tormentas, existe una amenaza de nivel 2 de 5 de tormentas severas el domingo para partes de Texas, Louisiana, Arkansas y Mississippi.

Las amenazas más probables de cualquier tormenta severa son las ráfagas de viento y granizo, pero los tornados también son posibles. A finales de diciembre, un brote de tornados, entre ellos varios de categoría EF3, sacudió algunas zonas del sur.

a lluvia y las tormentas también podrían causar inundaciones, especialmente donde caigan las lluvias más intensas en el sureste.

La enorme tormenta saldrá finalmente de la costa este a última hora del lunes y su impacto disminuirá por completo durante la noche.

Pero el martes presenta un nuevo problema: el frío ártico. Las temperaturas descenderán hasta 16 °C por debajo de lo normal en los dos tercios orientales de EE.UU. y el aire gélido se mantendrá al menos hasta mediados de enero, reteniendo la nieve y el hielo que caigan tras la tormenta.