Diabetes: “Con pequeños cambios en el estilo de vida se puede hacer gran diferencia”

En su columna en Siempre Radio, la licenciada en nutrición Susana Aranda alertó que la diabetes tipo 2 puede prevenirse con hábitos saludables y controles periódicos que permitan una detección temprana.

Sociedad17 de noviembre de 2025 SN
Susana aranda
Susana aranda

(SN; Alta Gracia) La nutricionista Susana Aranda, en su columna del programa Juntos a la Par de Siempre Radio, recordó que cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes para sensibilizar sobre la importancia de la prevención y el diagnóstico temprano de una enfermedad crónica que afecta a más de 400 millones de personas en el mundo.

Aranda explicó que la incidencia de la diabetes continúa en aumento y que su evolución se vincula estrechamente con los estilos de vida. Indicó que, si bien existen diversos tipos, las formas más conocidas son la diabetes tipo 1 —de origen genético y diagnosticada con mayor frecuencia en la infancia o juventud— y la diabetes tipo 2, que constituye el mayor número de casos y puede prevenirse mediante cambios sostenidos en la alimentación y la actividad física.

La nutricionista destacó tres pilares centrales para la prevención:

Alimentación equilibrada, con menos ultraprocesados, harinas refinadas y azúcares añadidos, y mayor consumo de frutas, verduras, legumbres y frutos secos.

Actividad física regular, preferentemente diaria. Señaló que caminar 30 minutos por día es una estrategia accesible y efectiva.

Controles médicos periódicos, al menos una vez al año, para detectar variaciones en los valores de glucemia.

Aranda sostuvo que las alteraciones en el azúcar en sangre pueden comenzar hasta diez años antes del diagnóstico de diabetes tipo 2. Mencionó que la llamada “zona gris” o prediabetes, con niveles de glucemia en ayunas superiores a 100 o 105 mg/dl, según referencias de laboratorio, es un período reversible si se implementan cambios de hábito y seguimiento profesional.

Advirtió que considerar la enfermedad como una consecuencia inevitable de la edad es una creencia errónea y remarcó que es posible llegar a edades avanzadas sin desarrollar diabetes cuando se adoptan hábitos saludables.

Entre las complicaciones asociadas a la diabetes no controlada mencionó daños renales y en la visión, infecciones de difícil tratamiento en miembros inferiores y un aumento del 50 por ciento en el riesgo de infartos y enfermedades cardiovasculares.

Aranda afirmó que medidas cotidianas como reemplazar bebidas azucaradas por agua y mantener actividad física constante pueden marcar una diferencia significativa en la salud individual y familiar. Consideró que la prevención “está en nuestras manos” y llamó a la comunidad a asumir un rol activo en el cuidado de la salud.

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