Cuando lo importante es prevenir

(Sumario Noticias, Alta Gracia) El pasado martes 19 de octubre fue el Día Mundial del cáncer de mama, una fecha para visibilizar, concientizar y sensibilizar sobre este problema de salud y recordar la importancia de realizar los controles de detección precoz.

Según datos brindados por el Instituto Nacional del Cáncer, el tumor mamario es el de mayor incidencia en Argentina, y representa casi un tercio de los cánceres femeninos. En Córdoba, de acuerdo al Registro Provincial de Tumores, enferman entre 1.200 y 1.500 mujeres por año, y fallecen por esta causa aproximadamente un 30%. El cáncer de mama afecta a una de cada ocho mujeres a lo largo de su vida.

La cuarentena y el temor a acudir a los centros de salud por miedo al contagio, generaron una disminución en las consultas por controles de rutina, pese a todos los cuidados y cambios implementados en los centros médicos. Esto repercutió en la posibilidad de un diagnóstico precoz de aquellas enfermedades no transmisibles, algo que en el tratamiento del cáncer de mama brinda las mejores perspectivas. La pandemia marcó en 2020 un panorama particular con respecto al cáncer de mama en Argentina, el tumor más frecuente en la mujer y la principal causa de muerte oncológica.

“Va cambiando el escenario, vamos creciendo y va cambiando nuestra historia”, aseguró Eliana Neme, presidenta de la Fundación Amazonas y agregó que con la pandemia, el acceso a los chequeos se redujo mucho. “Es necesario que las mujeres vuelvan a pedir su turno y hagan sus controles todos los años”.

Eliana, como muchas otras mujeres y hombres, es un testimonio vivo de constancia y lucha. “Me diagnosticaron por primera vez a los 36 años y a partir de ese momento, pase por distintos tratamientos  de rigor. Cuando una persona es joven, los tratamientos son más agresivos tal vez, pero no imposibles de llevar. Difíciles sí, pero no imposible”, contó Eliana.

“A los 38 fui diagnosticada por segunda vez. Ese cáncer fue detectado tempranamente, por eso el tratamiento fue más “suave”. Al día de la fecha llevo hechas 10 cirugías en relación a mi patología mamaria y reconstructiva. Finalmente, el año pasado, durante la etapa más cerrada de la cuarentena, me detectaron cáncer de mama por tercera vez. A pesar de las restricciones me hice todos los tratamientos de rigor. La ciencia ha avanzado y no todos los cáncer de mama son iguales, por eso es importante conocer el origen para saber cuál será la medicación exacta para el paciente, lo que ayuda a tener una mejor calidad de vida siempre”.

Eliana remarla la importancia de la detección temprana, porque en esos casos puede que los tratamientos sean mucho menos agresivos. “Es una necesidad imperiosa que los controles se hagan todos los años. El año pasado, después de la quimioterapia, yo finalmente cerré un capítulo más de mi vida con el cáncer de mama. No tenía antecedentes de cáncer, lo que hizo que todo sea más sorpresivo. Yo marque el antecedente, y por eso mi mamá, mis hermanas y después mi hija, son las que deben controlarse”.