Un inocente gesto

(SN; opinión) Dos días atrás, luego de la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, el presidente de la República Argentina realizó un descargo en la red social X a modo de defensa de uno de sus “amigos”. Se trata de Elon Musk, quien durante su discurso allí en el Capitolio realizó un gesto similar al que repetían funcionarios nazis: se tocó el pecho con su mano derecha y desplegó el brazo rápidamente hacia adelante, siempre con su rostro mirando a una altura superior; gesto que repitió y que fue aplaudido. Claro, estaba asumiendo su cargo dentro del gobierno republicano. 

A raíz de esto, y luego de diversas críticas hacia las similitudes con gestos nazis de su “amigo”, Milei rebatió las acusaciones diciendo que Musk “lucha por la libertad” y “contra el control hegemónico del wokismo internacional”. 

Pero antes de preguntarse qué es el “wokismo” al que se refiere el Presidente, él mismo se encargó de aclararlo en el remate de su mensaje difundido por la red social de la cual es propietario Elon Musk. “Ahora también recuperamos la ‘tierra de la libertad’, que estaba en sus manos, gracias a nuestro querido Donald Trump. No sólo no les tenemos miedo. Sino que los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta en defensa de la libertad.  Zurdos hijos de putas, tiemblen. La libertad avanza. Viva la libertad carajo”, finalizó el mandatario argentino.

Vale traer estos dichos y recordarlos, primero, para que la instantaneidad de las redes sociales no lo hagan olvidar y, por otra parte, para poder contextualizar el discurso que Javier Milei acaba de dar en el Foro Mundial de Davos. Allí, el Presidente apuntó contra las políticas de género, de diversidad sexual y del cambio climático. Puntualmente volvió a referirse a la “ideología woke”, a quien llamó a “eliminar”.

Cabe recordar que Javier Milei llegó al poder en Argentina a través del voto, en un país que hace poco cumplió 40 años de la recuperación de la democracia, luego de la última Dictadura Cívico Militar, que dejó más de 30 mil desaparecidos, con persecución a quienes pensaban diferente de la Junta Militar que se apropió del poder, con torturas, con niños apropiados, con cientos de centros clandestinos de detención a lo largo y a lo ancho de este territorio. Pasaron 40 años de la recuperación de la democracia y un Presidente, pero no de facto, volvió a mencionar la eliminación de ideologías. “Zurdos hijos de putas, tiemblen” y “los vamos a ir a buscar hasta el último rincón” son dos frases que dijo y no pueden quedar en el silencio.

Sin dudas que estas palabras de Javier Milei resuenan a las épocas más oscuras del país. Épocas en las que el Estado diagramó un sistema represivo de persecución a quienes consideraba “subversivos”. “Justamente, para defender la libertad y la dignidad del hombre, la Argentina tuvo que enfrentar este tremendo problema de una guerra en la que pagó precio de sangre. Y no tenemos nada que ocultar, porque eso ocurrió en defensa de los derechos humanos del pueblo argentino gravemente amenazado por una expresión del terrorismo subversivo que pretendía cambiar nuestro sistema de vida”, con estas palabras, a los dos minutos y 30 segundos del video de este enlace, Jorge Rafael Videla se expresaba con total impunidad en la conocida conferencia de prensa que habló de desaparecidos.

Hoy, Milei redobló la apuesta discursiva. Le puso nombre a las ideologías contra quien luchar y que amenazan lo que él considera libertad, tal como Videla hablaba de defender: "El feminismo, la equidad, la ideología de género, el cambio climático, el aborto y la inmigración, son todas cabezas del mismo monstruo, cuyo fin es justificar el avance del estado. La ideología woke es la epidemia que hay curar y el cáncer que hay que extirpar. Si uno mata a una mujer, se llama femicidio, con una pena más alta que si se mata a un hombre, como si valiera más la vida de la mujer”. 

Sí, usó la primera persona para referirse al asesinato, precisamente, al femicidio. 

El término apuesta discursiva suena a un simple juego de palabras, pero es necesario detenerse, antes de que la instantaneidad de la época lo haga olvidar. Milei es el presidente de la Nación, no es solo un dirigente de la derecha, sino que es integrante de un conglomerado de funcionarios alrededor del planeta que repite mensajes que conducen al odio, mensajes que también viralizó Donald Trump al asumir, que se relaciona con el saludo “no nazi” de Elon Musk, que llega a la Argentina, a las ciudades, a los pueblos. 

Antes de finalizar su intervención allí en Davos, Milei se refirió nuevamente a Elon Musk, porque, evidentemente su defensa escrita en X no alcanzó para justificar el “no nazismo”. "Aprovecho esta oportunidad para saludar al maravilloso Elon Musk, quien con su lucha contra la censura y su visión por la libertad de expresión nos ha inspirado a muchos de nosotros. Injustamente ha sido vilipendiado por el wokismo, en las últimas horas, por un inocente gesto que lo único que significa es su gratitud con la gente". 

“Gratitud con la gente”, dijo.

"El feminismo, la equidad, la ideología de género, el cambio climático, el aborto y la inmigración, son todas cabezas del mismo monstruo”

“Wokismo”

“Virus mental”

“Epidemia que hay que curar”

“Cáncer que hay que extirpar”

“Si uno mata una mujer”

“Maravilloso Elon Musk”

“Gracias a nuestro querido Donald Trump”

“Un inocente gesto”.