Recordatorio: a 53 años del Cordobazo

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Opinión29 de mayo de 2022 Diario Sumario

(Sumario Noticias) ¿Cómo aquel paro de actividades en las fábricas se convirtió en una de las revueltas populares más importantes de Argentina? ¿Cómo fue que se dio el Cordobazo y qué antecedentes nacionales e internacionales influyeron en la protesta? A 53 años de aquella unidad obrero estudiantil, que se reveló a la dictadura encabezada por el general Juan Carlos Onganía, se presenta este artículo a modo recordatorio.

Hacia 1966, con el peronismo proscripto y el presidente radical Humberto Illia fuertemente criticado y debilitado, se dio el Golpe de Estado denominado “Revolución Argentina”, con el que el general Juan Carlos Onganía asumió como presidente de facto. A cargo del Poder Ejecutivo durante un plazo indeterminado, Onganía mantuvo su dominio sobre el Poder Legislativo y los poderes provinciales.

A partir del Golpe se produjo un ajuste económico que pegó en el ámbito obrero, como fueron las quitas zonales y la desaparición del sábado inglés.

A su vez se estableció una prohibición política, no solo de los partidos, sino de toda forma de expresión y hubo intervención en las universidades, con la eliminación del cogobierno y la deportación de profesores. Estas medidas condujeron a los estudiantes a manifestarse y revelarse al régimen militar impuesto.

Década revolucionaria

A nivel internacional, la década del 60 fue revolucionaria en muchos aspectos y, hacia finales de estos años, el Mayo Francés fue la sublimación de un tiempo contestatario. Ocurrido durante 1968 en Francia, este hecho consistió en una serie de protestas realizadas por grupos estudiantiles, a los que luego se unieron grupos de obreros industriales y, finalmente, los sindicatos y el Partido Comunista Francés. De esta forma el resultado fue la mayor revuelta estudiantil y huelga general de la historia de Francia. Este suceso marcó un antes y un después debido a la amplia repercusión, ya que marcó un precedente de unidad entre trabajadores y estudiantes y cómo su resistencia se impuso a medidas antipopulares. El Mayo Francés fue el antecedente de diferentes levantamientos alrededor del mundo, entre ellos el Cordobazo. 

A nivel local, la cercanía de la Central General de los Trabajadores con el régimen militar impuesto, y la distancia establecida con los gremios y trabajadores obreros de todo el país, marcaba el descontento de los trabajadores y la necesidad de ser representados por dirigentes justos. Augusto Vandor era el máximo representante de la CGT y fue quien mantuvo una actitud negociadora con las Fuerzas Armadas. Frente a este dirigente y a esta CGT se levantaron los gremios del interior del país, principalmente en Córdoba, donde los dirigentes sindicales mantenían una estrecha relación con los trabajadores. Se trata, por un lado, del gremio SMATA, conducido por Elpidio Torres; en segundo lugar la UTA, liderado por Atilio López; y el sindicato de Luz y Fuerza de los empleados de la empresa eléctrica EPEC, con su referente Agustín Tosco. Justamente en este dirigente recae el ejemplo más ferviente del pluralismo gremial, el líder obrero éticamente intachable, el estudioso de constante reflexión que planteaba una política de clase obrera.

Córdoba obrera y estudiantil

Entre los estudiantes y los obreros se forjó una unidad que puede pensarse por varios motivos. En primer lugar por la formación técnica que tenían los trabajadores cordobeses y los que llegaban a la ciudad, con la Universidad Nacional de Córdoba, los colegios técnicos y la Universidad Tecnológica Nacional.

Por otro lado se trata de estudiantes que venían padeciendo las intervenciones militares en los establecimientos educativos y las prohibiciones que imponía el régimen militar. Se puede decir que se forjó una cohesión ciudadana que trascendió los límites de los edificios y se propagó por toda la ciudad.

El pueblo contra los militares

El régimen militar había intervenido en todas las esferas institucionales. En Córdoba la autoridad designada era Carlos José Caballero, devenido de la derecha católica.

Para el 29 de mayo de 1969, los gremios de SMATA, Luz y Fuerza, UOM junto a estudiantes decidieron un paro de actividades, que consistió en acudir a las fábricas y abandonar las tareas a una cierta hora para movilizarse hacia el centro. A esta cohesión entre obreros y estudiantes se sumó la indignación colectiva de la ciudadanía cordobesa contra el régimen militar de Onganía. El asesinato del estudiante Máximo Mena, durante las primeras horas del conflicto marcó el desencadenante de la revuelta. La brutalidad policial, el horror ante la muerte y los tres años de autoritarismo marcaron a la sociedad de Córdoba en esos momentos de tensión.

Vecinos y vecinas ayudaban a obreros y estudiantes, colaboraban con materiales para encender fogatas que dispersaban los gases lacrimógenos o ayudaban a refugiar a obreros heridos durante la movilización.

Mientras los trabajadores permanecían en el centro, Tosco junto a estudiantes organizaban la resistencia desde el Barrio Clínicas y Alberdi, donde obligaron el retiro de las fuerzas policiales. Con la policía vencida y acuartelada se dieron los ataques a firmas extranjeras y a edificios gubernamentales.

Córdoba era una ciudad tomada. Ante este desenlace, el gobierno militar lanzó a las calles al tercer cuerpo del ejército que desató una brutal represión.

La protesta se extendió al día siguiente, durante el paro general pactado por la CGT Nacional. Tras la conclusión de las marchas, militares tomaron el Barrio Clínicas y arrestaron a dirigentes sindicales. Onganía había creado el Consejo de Guerra, y encarceló a los considerados “subversivos”, lo que desató violentos allanamientos en los sindicatos.

El Cordobazo concluyó después de que los militares recuperaron el Barrio Clínicas y arrestaron a varios dirigentes sindicales, entre ellos a Tosco y Torres. La movilización dejó una cifra oficial de doce muertos y casi cien heridos. Tras las movilizaciones, Caballero abandonó su puesto de gobernador en Córdoba, lo que debilitó la posición del régimen. A partir de eso, Onganía se vio obligado a depender completamente del ejército para mantener su poder, aunque tan solo un año más tarde, también debió renunciar a su puesto.

A modo de conclusión, uno de los significados del Cordobazo puede contemplarse en aquel sentimiento de exclusión de la vida social, económica y política que vivió la sociedad. Hacia el final de la revuelta, la causa política del estallido fue el sentimiento y el deseo de acabar con la dictadura.

*Fuente: Artículo de James Brenan  y Mónica Gordillo, titulado “Protesta obrera, rebelión popular e insurrección urbana en la Argentina: el Cordobazo”
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