Una foto en el camino

Editoriales01 de febrero de 2008 Diario Sumario
Parte del radicalismo volvió a mostrarse junto al Intendente de Alta Gracia, aunque alguno no se mostraron sonrientes.Por Jorge ConalbiDirector Periodísticode Nuevo Sumario“Cuando hace dos años llamábamos para invitarlos, ninguno podía, o tenía otra cosa, o problemas con la mujer… nadie quería salir en esa foto”. La frase pertenece a un exultante allegado a Mario Bonfigli, más que satisfecho por la presencia de varios intendentes radicales durante la inauguración del 21º Encuentro Anual de Colectividades.Durante la ceremonia de apertura del pasado 29 de enero, en la primera fila de la platea se ubicaron junto al intendente de Alta Gracia los jefes comunales Luis Brouwer de Koning (Rio Tercero), Fabián Hoss (Villa Gral Belgrano), Alberto Jiménez (Mina Clavero), el diputado nacional Heriberto Martínez, el dirigente Jorge Font y el concejal de la ciudad de Córdoba Ramón Mestre (h).Esa dirigencia radical al pie del “Milo Morcillo” constituyó el puntapié inicial de una operación destinada a reinsertar al Intendente de Alta Gracia en el escenario político provincial. Hasta agosto de 2005, Bonfigli –junto a Hugo Madonna- se perfilaban como las prometedoras figuras para el recambio dirigencial de la Unión Cívica Radical. El escándalo que estalló cuando en un operativo anticorrupción fue detenido Eugenio Coggiola -por entonces el hombre fuerte del gobierno de la ciudad del Tajamar- cobrando una presunta coima, expulsó a Bonfigli a un destierro político del que ahora trabaja para volver.Con la causa judicial durmiendo el dulce sueño de los injustos y el contundente resultado electoral que permitió la reelección del Intendente, la foto del martes pasado sugiere que el radicalismo parece haber dado señales de estar dispuesto a acoger a Bonfigli nuevamente en sus filas, aunque por ahora tomar esa imagen sólo sea posible puertas adentro de Alta Gracia. Justamente, el próximo paso de la operación es crear condiciones para que el jefe del gobierno local pueda mostrarse en otros escenarios. “Este es el veredicto del jurado popular”, dijo el altagracience en su triunfal noche del 7 de octubre pasado. Ahora, no sólo busca dejar atrás el peso de la causa judicial aún pendiente, sino también a imaginar el 2011. No pudiendo ser reelecto, su única chance es encontrar espacio fuera de la ciudad, un hábitat aún hoy hostil para Bonfigli.Por otra parte, la situación provincial del centenario partido sigue quitando el sueño a algunos dirigentes. Volvió a salir tercero en las últimas elecciones y el segundo puesto de Mestre en la Capital –lo mejor que la UCR tiene para mostrar además de algunas intendencias en el interior- pierde fuerza cuando se suman los votos peronistas que dividieron Olga Riutort y Roberto Chuit. Como si fuera poco, el juecismo les sacó más de veinte puntos de diferencia.En el próximo abril deben renovarse las autoridades partidarias y los congresales del radicalismo. Hasta el juecismo meterá las cola en ese proceso, ya que la Justicia autorizó al “radical J”, Marcelino Gatica (Intendenete de Jesús María) a presentarse en la interna del partido que lo quiere expulsar.En ese complicado escenario, Bonfigli envía señales a favor de Mestre y el grupo de los intendentes. Pero lo hace con la cautela que siempre lo ha caracterizado y que suele alimentar desconfianzas varias. Algunos recuerdan que a pesar de haberse encolumnado durante años junto a Mario Negri, Bonfigli no dudó e cerrar filas con Miguel Nicolás cuando éste le abrió el camino hacia la presidencia del Congreso de la UCR, máximo órgano partidario que, entre otras trascendentales funciones, define la política de alianzas.En la misma foto que enorgullece a operadores del Intendente se advierte que no todos se emocionan con la operación retorno de Bonfigli: las caras de Walter Ferreyra (intendente de Calchín Oeste y actual presidente del Congreso) y de Hoss, contrastan con las del resto. Un dato más: a ambos se los notó distendidos y sonrientes hasta que el altagracience se sentó junto a ellos y advirtieron que el fotógrafo estaba a punto de disparar.Algunos sectores del radicalismo de Alta Gracia comenzaron a entusiasmarse con el primer paso dado. Pero para transitar un largo y dificultuso camino tal vez haga falta algo más que una foto.
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