Las Pastillas del Abuelo, una fiesta en el Cine Monumental

(Sumario Noticias, Alta Gracia) “Gracias, Alta Gracia”, dijo Pity Fernández, el vocalista de Las Pastillas del Abuelo, luego de entonar las estrofas de uno de sus himnos, “Otra vuelta de Tuerca”, cuando cerraron su primer concierto en la ciudad, en el Cine Monumental Sierras. Con algunos clásicos y canciones del último disco, “2020”, la banda desplegó sus letras en un escenario que no solo fue testigo del arte exhibido, sino que elevó su rock a cada uno de los rincones del Cine Teatro, donde los fanáticos vibraron desde sus butacas.

Bien conocida es esa tradición de esta banda en los festivales a campo abierto, donde el sonido se entremezcla con las estrellas y, a veces, con las tormentas sublimadas en lluvias torrenciales que marcan a fuego el fanatismo de sus seguidoras y seguidores, esa barra llamada “La 20”. Pero anoche, el grupo y sus fieles se encontraban ante un desafío diferente: vivir su rock, su candombe en la cabeza, desde un teatro donde la música se siente ingresar por los poros. Para quienes presenciaron el concierto, la caminata previa por el centro de la ciudad fue, quizás, indiferente, pero al momento de pisar las primeras baldosas de cara al escenario ya nada continuó igual. La arquitectura del interior se siente como un abrazo que hace latir el corazón con lo que está por representarse. Esa circunferencia de las paredes hacia el techo, que nace desde el propio escenario, impacta visualmente a tal punto que los artistas se perciben a escasos metros. Esta cercanía no solo se grafica espacialmente, sino que la acústica del Monumental enaltece el arte. “El arte sana” dice el tema “Artesano”, de la banda convocada anoche, que llegó a su gente de la mano del Cine Teatro, donde Alta Gracia hace de local.

La adrenalina de ver a una de las bandas favoritas, esa sensación de dejar atrás algunas amarguras y revertirlas gritando los temas, en medio de una pandemia que hasta hace muy poco no dejaba momentos de consumo artístico marcaron a fuego este concierto de la banda, que llegó por primera vez a la Ciudad del Tajamar. Ajustado al protocolo, el aforo permitido fue del 40 por ciento. Defensa Civil controlaba los desmanes del público, que pocas veces pudo contener su euforia. Fueron 23 canciones durante poco más de dos horas. Los clásicos, a los cuales hizo mención el cantante se entremezclaron con las nuevas letras. “Tantas escaleras” caló hondo entre los espectadores, quienes luego de esta interpretación no pudieron contenerse. Para calmar un poco ese estado, en el que las butacas quedaron solo de adorno, Pity Fernández siguió el espectáculo con “un tanguito”, según él, y comenzaron los acordes de “Ojos de Dragón”. Entre los temas nuevos, “Azúcar impalpable” marcó una impresión diferente en el vocalista. No hubo tantos bailes, la armónica se escuchó entre los tonos graves y se pudo ver una emoción al final de la canción. “Ni alta ni baja, triste. Ni alta ni baja, chiva. Ni alta ni baja, libre. Ni alta ni baja, viva”, dice el tema y se puede sentir el abrazo que transmite al final. Como acostumbra a decir el propio Pity, lo de anoche en el Cine Monumental fue una fiesta.