Un trabajo artesanal para recuperar piezas del siglo 19

(Alta Gracia, de nuestra redacción) El Área de Gestión de Colecciones del Museo de la Estancia Jesuítica y Casa del Virrey Liniers se encuentra trabajando en la restauración de valiosas piezas encontradas en el lugar entre 1971 y 1978. Se trata de vajillas de loza pearlware que datan del siglo 19, época en la cual el Virrey Santiago de Liniers habitó la casa. "Se trata de pequeños fragmentos que se encontraron cuando se hicieron las tareas de investigación en el Museo, en el sector de lugares comunes, donde están los baños. Había un doble muro que hasta ese momento estaba tapado, vendría a ser una habitación más. Cuando empiezan a hacer la investigación se hunde una parte y empiezan a excavar. Así encuentran que era el sistema sanitario de la época jesuítica. Comienzan a sacar tierra y, entre la tierra, empiezan a aparecer fragmentos de loza, de vidrio, restos de armas, incluso una pipa fragmento de una pipa africana", cuenta Martha Troncoso, coordinadora y supervisora del proyecto que tiene como responsables a María Teresa Reyna y María Daniela Haspert.

Troncoso señala que las piezas se rescataron, se limpiaron y se guardaron durante muchos años en cajas comunes. En el año 2000, se hizo la restauración de otras piezas, de loza crema, y este año se decidió avanzar con esta etapa que abarca a la loza azul. "Tenemos todos los fragmentos limpios superficialmente. Ahora se limpió cada uno de ellos, que son muy pequeños y con motivos muy delicados. Trabajamos con hisopos y con productos adecuados para la conservación. Luego, se procedió a lo que es el pegado de esos fragmentos: se han encontrado platos playos, platos hondos, platos de postre, azucareras, cremeras, fuentes, tapas de fuente, tazas, es lo que se ha ido formando. En el caso de la loza azul, son muy pocos los casos en los cuales se ha podido completar toda la pieza", explicó Troncoso. 

El resultado del minucioso trabajo de este equipo del Museo de Alta Gracia, será expuesto después de que actualice el inventario y sean cargadas en la Base CONar –Colecciones Nacionales Argentinas-. En este momento, trabajan en 34 piezas, que serán expuestas en el sector de los lugares comunes -sanitarios jesuíticos- del Museo. "Ahora, se están terminando de adherir los fragmentos para formar la pieza y se están haciendo los soportes y los contenedores. Todo se realiza respetando las normas de conservación, con productos que no son  nocivos para las piezas. La idea es volver a relacionar estas piezas con el lugar donde fueron encontradas, a través de una vitrina", destacó Troncoso. Además, indicó que es mucho el material existente que espera ser recuperado. Se trata de la historia que se vivió entre esas paredes y que aún aguarda para ser descifrada y sumarse al patrimonio de la ciudad.