Susana Aranda: consejos prácticos para comer mejor sin gastar de más

La licenciada en nutrición Susana Aranda comparte estrategias simples y económicas para mejorar la alimentación diaria, aprovechando legumbres, verduras de estación y combinaciones nutritivas que cuidan la salud y el bolsillo.

Actualidad04 de agosto de 2025 SN
Susana Aranda Comer saludable y barato
Susana Aranda Comer saludable y barato

(SN; Alta Gracia) La alimentación saludable no tiene que ser sinónimo de gasto elevado ni sacrificio. En un contexto económico donde cada peso cuenta, es posible llevar una dieta nutritiva, variada y económica, siempre que se conozcan algunas claves y se planifique con creatividad. Así lo explica la licenciada en nutrición Susana Aranda, quien desde su experiencia profesional y compromiso con la comunidad nos ofrece consejos prácticos para mejorar la calidad de las comidas familiares sin dejar de lado el presupuesto.

“Este tema nos atañe a todos”, reconoce Aranda, “porque hay momentos del mes en los que uno puede darse el lujo de comprar un ingrediente más caro, pero en otros no. Lo importante es saber que siempre podemos hacer algo mejor de lo que creemos posible.”

Legumbres: proteínas vegetales que rinden y nutren

Uno de los principales consejos de Susana es redescubrir el valor de las legumbres: porotos, lentejas, garbanzos y arvejas son proteínas vegetales de alta calidad, que además tienen un costo similar al de otros carbohidratos básicos como los fideos, pero que rinden mucho más porque aumentan tres veces su volumen al cocinarse.

“Si pensamos en un guiso de lentejas o garbanzos con verduras de estación, tenemos un plato nutritivo y económico que puede reemplazar otros ingredientes más caros como el pescado o ciertos cortes de carne”, explica la nutricionista.

Aranda destaca que la preparación no es complicada y solo requiere organización: “Si a la noche ponemos las legumbres en remojo, al día siguiente se cocinan más rápido y pueden transformarse en guisos, ensaladas o sopas que incorporen también verduras frescas y un poco de carne o huevo para equilibrar.”

Verduras de estación y preparaciones sencillas

Aprovechar las verduras de temporada es otra forma efectiva de cuidar el presupuesto y la salud. “En esta época hay opciones muy accesibles y nutritivas como la espinaca, la berenjena, el repollo, la acelga, la calabaza y el zapallo”, señala Susana.

Estas verduras pueden usarse en guisos, salteados, tortillas o incluso en sopas cremas caseras que aportan variedad y color a la mesa. Por ejemplo, una tortilla de acelga o espinaca acompañada con papas al natural o una ensalada de repollo conforman una comida completa y saludable.

Otra alternativa económica y cálida que recomienda es la polenta, que al cocinarse con leche o una mezcla de leche y agua gana valor nutritivo. Para acompañarla, verduras salteadas como berenjena, cebolla y pimiento suman sabor y fibra.

Creatividad en la cocina para comidas completas y accesibles

Aranda invita a salir del esquema tradicional que a menudo limita las opciones a carne, papa y fideos. “Es cuestión de ampliar la mirada y aprovechar el ‘botiquín maravilloso’ de nutrientes que nos brinda la naturaleza”, dice.

Sugiere preparar tartas caseras con una masa simple, rápida y económica que mezcla harina integral y semillas, lo que añade fibra y nutrientes. La tarta puede combinar verduras con un poco de carne o huevo para hacer platos completos y sabrosos.

En cuanto a la berenjena, alimento de estación y económico, propone milanesas, guisos, estofados, escabeches o lasañas vegetarianas como opciones variadas para incorporar este vegetal a la dieta.

Derribando mitos: comida saludable no es sinónimo de comida aburrida

Un punto que Susana remarca es la necesidad de cambiar la percepción sobre la comida saludable: “Existe la creencia de que lo rico es lo que hace mal y lo sano es feo, pero no es así. Las verduras y legumbres tienen muchísimas formas deliciosas de preparación que pueden ser muy placenteras al paladar.”

Advierte que el “culto al paladar” que privilegia siempre la crocancia o lo grasoso limita nuestra variedad y puede llevarnos a una alimentación poco saludable. “Hay que abrirse a nuevas sensaciones y sabores, alternar con comidas que nos nutran y den energía para prevenir enfermedades y fortalecer el organismo.”

Más conciencia y hábitos para una mejor calidad de vida

Por último, Aranda señala que aunque hay una mayor conciencia sobre la importancia de comer bien, todavía falta que esas ideas se traduzcan en cambios concretos para la mayoría de las personas. Recomienda aprovechar la oferta de recetas y consejos que existen en redes sociales para aprender y animarse a probar preparaciones nuevas, económicas y saludables.

“Cambiar hábitos es posible si uno va alternando y eligiendo mejor, no es necesario hacerlo todo perfecto, pero sí mejor que antes. Así damos un gran paso hacia una vida más sana y equilibrada.”

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email