Multiplicado: una alusión a Carlos Gardel a 131 años de su nacimiento

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Cultura11 de diciembre de 2021 Diario Sumario

(Sumario Noticias) En blanco y negro, la mayoría de sus fotos muestran un artista que no tiene milongueras pretensiones. Si se busca el significado de esta frase, que se escucha en el Tango titulado “Mano a mano”, puede comprenderse que se trata de un cantor que manifiesta su descontento con la mentira, con la música sin verdad y sin realidades, sin esa pena que arde y resuena en el interior de las entrañas, como este fragmento de “Volver”, que canta mientras las aguas del Rio de la Plata corren a sus espaldas:

- Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos
Van marcando mi retorno
Son las mismas que alumbraron con sus pálidos reflejos
Hondas horas de dolor

Quienes lo escuchan aseguran que no hay retorno de ese viaje que se emprende a partir de su voz. Dicen que es como quedarse suspendido en el aire, sin la posibilidad de volver al cuerpo propio. Para algunos se trata de un fenómeno sobrenatural, porque esa acción de cerrar los ojos y escucharlo, una y otra vez, no puede borrarse jamás de la percepción humana. Lo mismo cuando se intenta susurrar una de sus composiciones más célebres:

- Volver
Con la frente marchita
Las nieves del tiempo platearon mi sien
Sentir
Que es un soplo la vida
Que veinte años no es nada
Que febril la mirada
Errante en las sombras, te busca y te nombra

Vivir
Con el alma aferrada
A un dulce recuerdo que lloro otra vez

La belleza de su canto, cuentan quienes lo escuchan, produce una emoción única, ya que puede sentirse la pasión del cantor. Dicen que su voz es dulce e intensa, como de soprano, como si todas las voces convergieran en un cuerpo.

El compositor, cantante y actor nacido el 11 de diciembre de 1890, en el hospital de La Grave (Toulouse, Francia) y bautizado con el nombre de Charles Romuald, es un emblema mundial del tango y la cultura rioplatense.

Carlos Gardel, por cuya fecha de nacimiento hoy se celebra el Día Nacional del Tango en Argentina, llegó a Buenos Aires junto a su madre Marie Berthe Gardes cuando tenía dos años y tres meses.

A lo largo de su vida, truncada tempranamente el 24 de junio de 1935 por un choque entre dos aviones al momento del despegue en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, Gardel grabó a lo largo de su vida más de 900 canciones. Una despedida de la que muchos descreen, sobre todo si se analizan sus letras como predicciones:

- Adiós, muchachos, compañeros de mi vida,

Barra querida de aquellos tiempos.

Me toca a mí hoy emprender la retirada,

Debo alejarme de mi buena muchachada.

Adiós, muchachos. Ya me voy y me resigno...

Contra el destino nadie la talla...

Se terminaron para mí todas las farras,

Mi cuerpo enfermo no resiste más.

Las comisuras de sus labios tienen una leve curva remarcada por los cachetes y solo son opacadas por esos dientes relucientes, casi tanto como su cabello oscuro e intenso en brillo y humedad. Porque él también es un actor y su imagen es la del tango en el cine, que se resume en el amor, el desamor, el replanteo, la sensación de no volver a vivir ese momento, la descripción del entorno que acaricia el alma, como Caminito, su lugar en el mundo en esta tierra:

- Caminito que el tiempo ha borrado

Que juntos un día nos viste pasar

He venido por última vez

He venido a contarte mi mal

Caminito que entonces estabas

Bordeado de trébol y juncos en flor

Una sombra ya pronto serás

Una sombra lo mismo que yo

Lo que se sabe de Gardel es este semblante, él siempre tiene la edad con la que se lo ve en sus retratos.

*Fuente: Agencia Télam y novela de Tomás Eloy Martínez, titulada "El cantor de tango". 

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