Lorenzo Pepe: el hijo de un socialista que se enamoró de Perón

El histórico dirigente y sindicalista falleció este lunes 14 de octubre a sus 93 años, fue diputado nacional durante 5 mandatos. Dejamos asentado un escrito que demuestra su devoción por Juan Domimgo Perón.

Sociedad14 de octubre de 2024 Redacción SN
Lorenzo Pepe

(SN; con información NA) El histórico dirigente peronista y sindicalista Lorenzo Pepe falleció a los 93 años y a lo largo de su carrera ocupó de 1983 a 2003 cinco mandatos consecutivos, el cargo de diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.

En tanto, como diputado nacional integró las Comisiones Permanentes de Familia, Mujer y Minoridad, Legislación del Trabajo, Transporte, Defensa y la Comisión Bicameral de la Biblioteca del Congreso de la Nación.

Además, en 1996 fue delegado parlamentario ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra, Suiza y en 2003 fue designado miembro de la Comisión Permanente Nacional de Homenaje a Juan Domingo Perón y secretario general del Instituto Nacional Juan Domingo Perón de Estudios e Investigaciones Históricas, Sociales y Políticas.

Compartimos un escrito en el que Lorenzo Pepe recuerda a Perón, fue escrito en el 2020, a 46 años del fallecimiento del General:

"¿Lloverá este primero de julio? A mi pesar, los ojos del alma miran para atrás, se remontan a 1974. ¡Llovía tanto ese día! Las colas interminables de mujeres y hombres, familias con hijos, debajo de sus paraguas y llorando, esperando silenciosamente llegar a darle su último adiós al hombre que amaban. Yo ya era un hombre y mordía fuerte para contener las lágrimas. 

Ese día, los ojos del alma también miraban el pasado. Imágenes tras imágenes, una tras otra, se agolpaban en ese dramático presente, en esa realidad que no hubiera querido vivir: el General ya no estaría más con nosotros. Estábamos como huérfanos. Había que crecer para llevar sus banderas hasta la victoria.

Veía a ese chico flaco, de piernas largas con un pantalón que hacía poco se lo habían colocado largo, que mi padre, ferroviario y socialista, tomaba de la mano para llevarme con él a la Plaza del 17 de octubre, en 1945, había que rescatar al Coronel, al único Secretario de Trabajo y Previsión que había escuchado a los obreros, porque lo tenían preso. Ahí lo vi por primera vez.

Muchos años después, en plena Resistencia, la Gloriosa Resistencia Peronista, cuando los compañeros decidieron que fuera yo el encomendado para representarlos, para ir a ver a Perón a Puerta de Hierro. Cuando llegué a ese lugar mítico que ya era una leyenda y lo vi esperándome subiendo tres escalones antes de llegar a él. ¡Él salía a recibirme a mí! Estiré la mano para saludarlo, entre respetuoso y avergonzado, cuando escuché su voz que me decía 'No, Lorenzo, la mano no: el abrazo porque así uno no se siente tan solo'. Ese hombre inmenso me apretó sobre su pecho y yo ya me quedé sin palabras. Pasamos al interior de su casa, me sirvió un cognac; yo jamás había tomado alcohol como buen hijo de socialista y no sabía cómo se hacía. Perón tomó su copa, calentó el cognac con sus manos y la mía la mandó a calentar con agua caliente previo a servirlo. Nunca pude olvidar esos días en los que me sentaba a escucharlo, me bebía sus palabras y me di cuenta de que no le llevaba grandes novedades: él sabía perfectamente lo que pasaba, así y todo me preguntaba cariñosamente 'Cuénteme de los muchachos, cómo andan, lo escucho'; hacía referencia a los trabajadores.

 Otra imagen: me veo a mí mismo en Ezeiza, en una nota que me hizo un periodista cuando estábamos esperando al General para saludarlo en su llegada de regreso. Perón tan tranquilo y yo tan preocupado, tan eufórico, tan enérgico pero tan feliz. Se nos cumplía el sueño del retorno de Perón después de casi 18 años de presos, allanados, fusilados, torturados y desaparecidos… Volvía el General y nosotros, al pie del cañón para recibirlo. Fue tan emocionante cuando lo saludé y me dijo 'Cómo le va, Lorenzo'.

Se cumplen 46 años de su muerte y pienso en él, en lo que me gustaría poder sentarme a charlar. Le contaría que pasamos momentos difíciles, muy difíciles; que sus enemigos siguen existiendo pero con otros nombres, aunque los intereses que representan son los mismos. Nosotros también existimos, somos mayoría, también tenemos los mismos intereses que antes, las mismas banderas: Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política. Le diría que puede descansar tranquilo. Le diría '¿Se acuerda cuando dijo: los que quieran oír, que oigan; los que quieran seguir, que sigan; mi empresa es alta y clara mi divisa; mi causa es la causa del Pueblo; mi guía la bandera de la Patria?'

Bueno, General, seguimos. Acá estamos, de pie, siempre ocupándonos de los más desprotegidos. Hay mucha pobreza, mucha necesidad y acá estamos, pensando siempre en lo que usted nos dijo, en ayudar a los que sufren, a esos a los que la oposición nunca miró, y otra vez tenemos el Gobierno. A los compañeros del Gobierno les tocó una parada difícil: les entregaron un país fundido y encima asolado por una epidemia mundial. Pero el Ejecutivo es nuestro y una vez más estamos confiados en que vamos a poder cumplir con sus proyectos. ¿Se acuerda cuando nos dejó el Modelo Argentino para un Proyecto Nacional? Ahí estamos, tratando de llevarlo adelante. ¿Se acuerda cuando nos dijo que nadie se realiza en una sociedad que no se realiza? Por eso, General, otra vez estamos en el Gobierno para cumplir con lo que usted nos legó. 

Estoy seguro de que le gustaría ver en cargos ministeriales a nietos de sus ministros de su primer gobierno. Esos ya tienen cuarenta años pero ¡hay una legisladora nuestra que tiene veinte! Lo tranquilizaría saber que hay nuevas generaciones que luchan por sus ideas con la misma pasión y la misma entrega que usted nos enseñó.

Toda mi vida fue una ya larga militancia y lo sigue siendo. Tengo las piernas cansadas pero me sobra fuerza en el corazón, lo tengo intacto, para seguir en la pelea por los que no tienen nada. Sé que usted está en cada uno de ellos, sé que Evita también es imprescindible y que su espacio no está vacío: está lleno de chicos nuevos, recién estrenados, que siguen su ejemplo. Para mí son los dos próceres del siglo XX.

Por el Peronismo, que es mi pasión, vivo. Agradezco a la vida haber podido vivir esa revolución en paz que fueron sus gobiernos y haber formado parte de la Resistencia. Nunca lo dejamos solo, General. Ahora, tampoco". 

Lorenzo Pepe nació en Sáenz Peña (Provincia de Buenos Aires) el 22 de agosto de 1931. Ocupó, durante cinco mandatos consecutivos, el cargo de diputado nacional por la provincia de Buenos Aires (1983 a 2003). En la actualidad es secretario general del Instituto "Juan Domingo Perón".

 

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