
Alquileres impagables: 7 de cada 10 familias destinan hasta la mitad de sus ingresos
Un relevamiento nacional reveló una situación crítica entre inquilinos: altos niveles de endeudamiento, ajustes semestrales y recortes en alimentos y salud.
Trabajadoras contratadas a través de una consultora para el Cosquín Rock denunciaron haber sido sometidas a condiciones laborales abusivas durante el festival. Relataron jornadas de hasta 18 horas sin acceso a agua ni comida, amenazas constantes y falta de transporte para regresar a sus hogares.
Actualidad18 de febrero de 2025 SN(SN; Córdoba) - Mariel Rodas y Paula Escobar, vecinas de la ciudad de Córdoba, denunciaron haber sido víctimas de explotación laboral durante el festival Cosquín Rock. Ambas fueron contratadas por la consultora Peka para desempeñarse en distintos sectores del evento, pero aseguraron que la experiencia fue "inhumana". "Nos trataron como si no fuéramos personas, como si fuéramos descartables", denunció Escobar.
El sábado, a las 7:00 de la mañana, Rodas y Escobar se presentaron en la Plaza de la Música, donde la empresa había citado a los trabajadores contratados para trasladarlos al predio de Santa María de Punilla. Desde el primer momento, relataron que la organización fue desordenada y que no recibieron información clara sobre sus tareas ni las condiciones en las que iban a trabajar.
"Llegamos y no sabíamos qué hacer, nos decían que esperáramos, que ya nos iban a asignar, pero nadie nos daba respuestas. Solo nos dijeron que subiéramos a los colectivos y nos largaron allá sin explicaciones", relató Rodas.
Al arribar al predio, la situación se complicó aún más. "No nos habían acreditado y nadie sabía nada. Nos hicieron bajar del colectivo y caminar más de seis kilómetros bajo la lluvia para buscar nuestras credenciales", contó Escobar. Para ese momento, ya habían pasado más de cuatro horas sin acceso a agua ni comida.
Una vez dentro del predio, las irregularidades continuaron. Las trabajadoras fueron asignadas a distintos sectores sin capacitación previa y obligadas a realizar tareas que no les correspondían. "A los que iban a despachar bebidas, de repente los mandaron a armar estructuras, y a los que iban a hacer logística, los pusieron en los puestos de venta sin que supieran usar el sistema", detalló Escobar.
Según las denunciantes, uno de los momentos más críticos fue cuando se dieron cuenta de que no les permitían acceder a agua potable. "Nos prohibieron tomar agua de los vasos que estaban en los puestos de venta. Nos dijeron que si nos veían tomando, nos cortaban las pulseras y nos echaban", denunció. "Al final, tuvimos que cortar botellas de plástico para poder tomar agua escondidas".
El acceso a la comida fue otro problema. "No nos dieron comida en todo el día. A la tarde nos dieron un pancho con una salchicha fría y nos dijeron que eso era todo hasta la noche. Para algunos, ni siquiera alcanzó", contó Escobar. Ante esta situación, muchos trabajadores intentaron llevarse comida de los puestos en los que trabajaban, pero fueron reprendidos y amenazados. "Nos decían que si nos veían comiendo, nos echaban sin pagar", agregó.
Las condiciones sanitarias también fueron motivo de denuncia. "Había dos baños químicos para más de 150 personas. No había agua ni jabón, y cuando preguntamos dónde lavarnos las manos, nos dijeron que usáramos hielo derretido de las conservadoras", contó Rodas.
Las trabajadoras también denunciaron maltrato verbal y amenazas por parte de los encargados. "Nos gritaban por cualquier cosa, nos decían que éramos inútiles, que si no trabajábamos más rápido nos iban a echar y no nos iban a pagar", relató Escobar.
A la medianoche, luego de haber trabajado casi 18 horas sin descanso, los trabajadores esperaban que la empresa cumpliera con el compromiso de trasladarlos de regreso a Córdoba, pero eso no ocurrió. "Nos dejaron tirados. Nos dijeron que tomáramos el primer colectivo que encontráramos, pero no había ninguno. Había gente llorando, sin saber cómo volver", denunció Escobar.
Algunos trabajadores fueron obligados a quedarse a trabajar el domingo sin previo aviso. "Les dijeron que si no se quedaban, no les iban a pagar lo del sábado. No tenían ropa, ni carpa, ni comida, pero los amenazaron con no pagarles si se iban", contó Rodas.
Además de las condiciones laborales, las denunciantes explicaron que el pago también presentó irregularidades. "Nos depositaron el dinero, pero no lo podemos cobrar. Nos lo pusieron en una cuenta bancaria que no podemos usar, y ahora el banco nos dice que tenemos que ir a una sucursal a la que nunca nos dijeron que teníamos que ir", explicó Rodas.
Las denunciantes afirmaron que no son las únicas que atravesaron esta situación y que varios compañeros están organizándose para denunciar a la empresa ante el Ministerio de Trabajo. "Esto no puede volver a pasar, nos usaron y nos trataron como basura", concluyó Escobar.
Un relevamiento nacional reveló una situación crítica entre inquilinos: altos niveles de endeudamiento, ajustes semestrales y recortes en alimentos y salud.
El máximo tribunal desestimó un recurso de directivos del Grupo Macri y confirmó la continuidad de la investigación por la deuda del Correo con el Estado.
El municipio aún no definió dónde se construirá el nuevo edificio del IPEM 345. La propuesta inicial en la plaza de barrio Liniers fue resistida por vecinos y sigue sin confirmación oficial.
Daniel Villar, militante peronista de Alta Gracia, participó de la marcha en Buenos Aires y afirmó que la condena a Cristina es política y busca proscribir al peronismo.
Gobernadores, sindicatos y organizaciones sociales marcharán este miércoles a Plaza de Mayo en repudio a la condena contra Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad.
Alejandro Covello reconstruye la vida de Jorge "El Muñeco" Adradas, el piloto que enfrentó a los aviones golpistas durante el bombardeó a Plaza de Mayo en 1955.
“Estamos muy preocupados. Junio es un mes exigente: hay que pagar sueldos, aguinaldo, alquileres e impuestos, y este tipo de jornadas solían ayudar a equilibrar las cuentas. Esta vez, no fue así”, dijo una fuente de CAME.
Tanto el Club Juventud Alianza como Cultural y Deportivo Unión participaron de la charla encabezada por Mariano Saravia para concientizar sobre ambientes libres de violencia, machismo y racismo”.
El sujeto de 33 años se presentó frente a la puerta de una vivienda en barrio Liniers y vociferó amenazas a de muerte a quienes allí se encontraban. Intentó huir, pero fue alcanzado por los uniformados.
El conductor de una Ford Ecosport perdió el control y el vehículo terminó con las cuatro ruedas hacia arriba.
Los siniestros ocurrieron el sábado, uno en barrio Poluyan y el segundo en barrio Pellegrini.