Hipertensión: una enfermedad silenciosa que afecta a 4 de cada 10 argentinos

En el Día Mundial de la Hipertensión, la nutricionista Susana Aranda advirtió sobre los riesgos de esta enfermedad silenciosa. En su columna en Siempre Radio, remarcó la importancia de los controles periódicos, una alimentación saludable y la actividad física.

Actualidad19 de mayo de 2025 SN
Susana aranda
Susana aranda

(SN; Alta Gracia) En el marco del Día Mundial de la Hipertensión, la nutricionista Susana Aranda, columnista de Siempre Radio, remarcó la necesidad urgente de tomar conciencia sobre una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo y que, en la mayoría de los casos, avanza sin síntomas evidentes.

“El 46% de las personas que la padecen no saben que tienen hipertensión”, señaló Aranda, destacando que a nivel global hay más de 1.280 millones de adultos hipertensos. En Argentina, se estima que 4 de cada 10 adultos viven con esta condición, muchas veces sin diagnóstico.

La hipertensión arterial se diagnostica cuando la presión sanguínea es igual o mayor a 140/90 mmHg en al menos dos mediciones en reposo, realizadas en distintos días. “Lo preocupante es que en muchos casos no se manifiestan síntomas, y esto puede derivar en problemas graves como infartos, accidentes cerebrovasculares, arritmias o daño renal progresivo”, explicó.

Clima frío y presión alta

Con la llegada del invierno, los riesgos aumentan. “Las bajas temperaturas pueden generar picos de presión en personas ya diagnosticadas, por lo que muchas veces es necesario ajustar la medicación”, advirtió Aranda.

Además de las condiciones climáticas, existen múltiples factores que predisponen a la hipertensión: el sedentarismo, el sobrepeso, la mala alimentación, el estrés crónico, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. También influye la genética y la presencia de otras enfermedades como la diabetes o la enfermedad renal.

Cambios de hábito que pueden salvar vidas

La buena noticia es que, en sus etapas iniciales, la hipertensión puede prevenirse e incluso revertirse con cambios en el estilo de vida. Aranda remarcó la importancia de adoptar una alimentación rica en frutas, verduras y legumbres, que aporten potasio, un mineral clave para contrarrestar los efectos del sodio en el organismo.

“La actividad física regular también es fundamental. No hace falta correr una maratón: caminatas diarias de una hora pueden hacer una gran diferencia. Incluso si el trabajo obliga a estar sentado muchas horas, se recomienda levantarse cada una hora y realizar una pausa activa de unos minutos para moverse”, señaló.

Por último, recomendó realizar controles periódicos de presión arterial, aunque no se presenten síntomas. “Si no tenés tensiómetro, se puede ir a una farmacia. Lo importante es registrar los valores y detectar posibles alteraciones a tiempo”, subrayó.

En su habitual columna de los lunes, Aranda insistió en que pequeños cambios sostenidos pueden tener un gran impacto en la salud cardiovascular. “Siempre volvemos a lo mismo porque es fundamental: actividad física, alimentación saludable, manejo del estrés. Son herramientas sencillas que todos podemos aplicar”, concluyó.

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