Potrero de Garay: padres y docentes denuncian graves problemas edilicios en la escuela Alfonsina Storni

Tras nuevas inundaciones y la falta de respuestas oficiales, familias retiran a sus hijos y docentes siguen garantizando la educación pese a la falta de condiciones seguras.

Actualidad03 de septiembre de 2025 SN
Escuela Potrero

(SN; Potrero de Garay) La escuela Alfonsina Storni enfrenta nuevamente serios problemas edilicios luego de las lluvias del último fin de semana. El agua ingresó a las aulas y a la dirección, dejando evidentes daños y obligando a docentes, estudiantes y familias a adaptarse a una situación crítica.

Silvia Gerosa, directora del establecimiento, relató que el edificio, inaugurado en 2019, ha tenido problemas desde sus inicios: “El techo no estuvo bien hecho. Este año, tras un reclamo por Multinota Infraestructura de la provincia, la comuna comenzó a levantarlo, pero las obras se realizan por partes. La última lluvia inundó toda la escuela, incluida la sala de maestros y las aulas”, explicó.

El personal de la escuela y familias trabajaron durante el fin de semana para retirar el agua acumulada, mientras que las clases se dictan de manera virtual en un espacio seguro dentro del edificio, conocido como el Zoom, un aula con techo de chapa. “Los papás nos ayudaron a correr bancos y pizarras; hay alternancia entre presencial y virtual mientras esperamos que las arquitectas de la comuna nos den un informe escrito sobre qué aulas podemos utilizar”, agregó Gerosa.

La directora detalló que la escuela permanece sin luz porque PEC cortó el suministro debido al riesgo de electrificación. Además, el trabajo en el techo implica ruidos fuertes, polvo y condiciones de humedad y frío que dificultan la actividad docente. “Desde el 21 de julio, las maestras soportan ruidos de martillos neumáticos mientras dictan clases. Los estudiantes y las familias no tienen la culpa de estas condiciones, pero todos sufrimos las consecuencias”, afirmó.

En diálogo con el gremio y la inspección, Gerosa señaló que se ha pedido un informe técnico que certifique la seguridad de las instalaciones para poder trasladar temporalmente a los alumnos a otros espacios, como el centro de jubilados o el jardín de infantes, pero hasta ahora no se ha recibido. La directora enfatizó la importancia de garantizar la seguridad de estudiantes y docentes ante obras que involucran maquinaria pesada y riesgos eléctricos.

Marisol, madre de dos estudiantes de la escuela, compartió la perspectiva de las familias: “Desde junio venimos solicitando un informe que garantice que los niños pueden asistir de manera segura. Ante la falta de respuestas, decidimos que mis hijas completen las clases desde casa. No queremos arriesgar su integridad física”, dijo. Su hija más grande cursa sexto grado y la menor cuarto grado.

La madre describió las dificultades que enfrentan los estudiantes al trasladarse de un aula a otra o a espacios alternativos: “Los niños escuchan ruidos fuertes mientras los maestros trabajan en el techo; muchos sufren dolor de cabeza y molestias respiratorias. Además, la escuela no tiene electricidad en algunas zonas, lo que obliga a improvisar soluciones para las clases virtuales”, señaló.

Marisol también criticó la respuesta de las autoridades educativas y de infraestructura: “La inspectora de la zona vino tras mi pedido y dejó asentado por acta que se podía hacer alternancia entre presencial y virtual, pero antes no hubo supervisión ni búsqueda de alternativas seguras. Parece que se lavan las manos y se responsabiliza solo a la directora”, afirmó.

A pesar de las adversidades, tanto las familias como los docentes remarcan el compromiso del personal educativo: “Están poniendo más de lo que les corresponde. Todos trabajan con esfuerzo y dedicación para garantizar la educación de los alumnos pese a la falta de condiciones”, concluyó Marisol.

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