Alimentación consciente: el arte de comer con los cinco sentidos

En su columna semanal en Siempre Radio, la nutricionista Susana Aranda habló sobre alimentación consciente y propuso ejercicios simples para mejorar el vínculo con la comida y reducir la ansiedad.

Actualidad07 de julio de 2025 SN
Susana aranda
Susana aranda

(SN; Alta Gracia) En el inicio de la semana y del receso invernal, la licenciada en nutrición Susana Aranda compartió en Siempre Radio una nueva edición de su columna sobre salud y hábitos alimentarios. En diálogo con Marcelo Páez, propuso reflexionar sobre el concepto de alimentación consciente, una herramienta que, según explicó, no solo mejora la digestión y el vínculo con la comida, sino que también puede ser útil para reducir la ansiedad.

Durante la charla, Aranda destacó que la alimentación consciente no comienza al momento de sentarse a la mesa, sino mucho antes: en el acto de comprar. “Una compra consciente es el primer paso. Cuando uno llena el changuito con productos ultraprocesados como salchichas, jugos en polvo o galletitas empaquetadas, está decidiendo cómo se va a alimentar después. Y muchas veces, con ese mismo dinero, se podrían elegir frutas, verduras de estación, huevos o un corte de carne magro”, explicó.

En ese sentido, cuestionó la idea de que comer de forma saludable es necesariamente costoso. “A veces no es una cuestión de precio, sino de hábitos. Se destina mucho dinero a productos que no nutren, cuando podría invertirse en alimentos más beneficiosos para el organismo”, planteó.

Aranda también abordó el impacto de las pantallas en los momentos de alimentación. “Comer con el celular en la mano, con la televisión prendida o frente a la computadora hace que no registremos lo que estamos haciendo. Entramos en un modo automático, donde no distinguimos el hambre real del hambre emocional, y eso nos lleva a comer más de lo que necesitamos”, advirtió.

Uno de los ejes centrales de la columna fue el mindfulness aplicado a la alimentación, una práctica que propone estar plenamente presentes al momento de comer. “Si no prestamos atención, es difícil darnos cuenta de cuándo estamos saciados. Las señales que nos manda el cuerpo tardan en llegar al cerebro y, mientras tanto, podemos haber comido de más. Esto no se trata solo de salud física, sino también emocional”, señaló.

Como propuesta práctica, la nutricionista sugirió realizar un ejercicio con los cinco sentidos. “Se puede empezar con un solo alimento: una nuez, una fruta, una pasa de uva. Observarla con atención, sentir su textura, olerla, escuchar si suena al partirla o morderla y, finalmente, saborearla con calma. Todo esto ayuda a desacelerar y a conectarse con el acto de comer, lo que genera mayor satisfacción con una sola porción y mejora la digestión”, detalló.

Además, Aranda relacionó esta práctica con el manejo de la ansiedad. “La ansiedad tiene que ver con estar en el futuro, con no poder habitar el presente. Comer conscientemente nos obliga a frenar, a detenernos, a estar en el aquí y ahora. Y eso tiene un efecto directo sobre nuestras emociones”, explicó.

Antes de despedirse, la nutricionista invitó a quienes la escuchan a poner en práctica el ejercicio al menos una vez por semana, en un momento del día sin apuro ni distracciones. “La alimentación consciente no se trata de dietas, ni de calorías. Es una forma de mejorar el vínculo con la comida y con uno mismo. Comer debería ser un momento placentero, no un acto mecánico”, concluyó.

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