Según Indec bajó la pobreza, pero excluyeron factores claves para la medición

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos comunicó un descenso del índice de la pobreza, que alcanza al 31,6% de las personas, sin embargo casi la mitad de niños y adolescentes conviven en hogares que no pudieron cubrir todas sus necesidades.

Nacionales25 de septiembre de 2025 Redacción SN
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(SN; con información de Página/12) Este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió el dato de Pobreza e Indigencia del primer semestre 2025 y aseguró que el 31,6% por ciento de la población se encuentra en esa condición, sin embargo, el 45,4% de niños y adolescentes menores de 15 años habitan viviendas ubicadas bajo esta línea.

Cabe aclarar que en el segundo semestre de 2024, el número había sido del 38,1%, un retroceso de 14,85% con respecto al primer semestre de 2024, cuando el índice fue del 52,9%. Estos números se miden de acuerdo a  los ingresos de cada hogar, por lo que no hay una mirada multidimensional que incluya educación, salud, servicios básicos, vivienda y empleo, entre otros.

Para la indigencia se toma como referencia la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y para la pobreza Canasta Básica Total (CBT): la primera toma en cuenta solo alimentos, mientras que la segunda incluye además bienes y servicios no alimentarios.

El último dato disponible es de agosto e indica que para no ser pobre un adulto debe tener ingresos de al menos $375.657. Para ejemplificar: un jubilado que recibe la mínima, que con bono incluido fue de $385.000 en agosto, no es considerado como pobre por el Indec.

En el caso de un hogar de tres integrantes la cifra asciende a $924.116, en casas de cuatro individuos $1.160.780 y en las de cinco $1.220.885. Para no ser considerado indigente, el adulto debe tener ingresos de al menos $168.456. Es importante destacar que en ninguno de esos números se incluyen gastos de alquiler, cuando según el Censo 2022 una de cada tres familias no tiene hogar propio.

Ambas canastas se actualizan por el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Si bien la metodología con la que se mide es la mismo desde hace muchos años, a partir de diciembre de 2023 se da la particularidad de que el porcentaje de ingresos que las familias gastan en los servicios aumentó desmedidamente con respecto a los alimentos: los primeros tienen muy poco peso en el cálculo de la inflación, mientras que los segundos están mucho más ponderados.

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